El Vaticano se adentra en la 'sede vacante', ese período de interinidad en el que el camarlengo toma el mando hasta que haya un sucesor. El próximo papa saldrá de un cónclave en el que hay cinco cardenales españoles elegibles y el monseñor José Cobo, arzobispo de Madrid, es uno de los candidatos: "Por un lado queda ese sentimiento agridulce, lo que es la tristeza de la despedida, porque Francisco es que ha sido un hombre bueno. Y por otro lado, pues también la esperanza, porque qué bien lo ha hecho, porque lo que ha hecho ya queda sembrado y seguiremos adelante", sentencia el monseñor en el informativo '24 Horas de RNE' sobre el legado del papa Francisco.
En unos días, ante el evento de la elección al papa expresa que siente "un poco de vértigo, porque siempre lo hemos visto desde la lejanía, pero cuando uno está en primera línea como que no está preparado para eso". Cobo explica que "un cónclave no es ni más ni menos que un lugar para hablar y para escuchar [...] escucharnos unos a otros, escuchar al espíritu y apuntar hacia aquel que la Iglesia necesita en este momento". Él marchará a Roma para la elección con los demás cardenales el martes 22 de abril. Respecto a su posible designación como pontífice se considera "un poco nuevo en esto" y no se imagina en el cargo: "Yo creo que ahí estamos todos, como esperando a ver el futuro. Todos esperamos que le toque a otro", ha reconocido abiertamente.
En la Iglesia valoran al papa como "alguien a quien los líderes políticos escuchen como una referencia ética, que sepa hablar y que siga diciendo alma de la Iglesia [...] y que lo diga con un lenguaje donde todos los líderes y los más pobres sepan entenderlo". Esto último lo señala como "un don que tenía el papa Francisco" y marca incluso "una línea" para el futuro papa.