La creación de vida artificial ha sido una de las grandes cuestiones que siempre ha fascinado a la humanidad. Cuando pensamos en ella, nos vienen imágenes de algún tipo de dispositivo electrónico capaz de emular el comportamiento de los seres vivos, incluida la inteligencia. Sin embargo, no tiene por qué estar ceñida a estas premisas. Una forma alternativa sería la creación de nuevos organismos a partir del ensamblaje de diferentes partes procedentes de otros organismos vivos previos. Un caso que ya fue planteado en 1818 por Mary Shelley con su obra Frankenstein. Hoy día, ese procedimiento experimental lo definiríamos como biología sintética, entre cuyos retos se encuentra el diseño y fabricación de componentes y sistemas biológicos que, ensamblados e introducidos en organismos ya existentes, dan lugar a nuevos organismos capaces de responder a determinados estímulos de una forma programada, controlada y fiable. Y esta semana hemos conocido un gran hito en este campo: la creación de biobots, organismos artificiales (o robots) construidos a partir de células vivas de una especie de rana. De apenas 1mm de longitud son capaces de moverse y de vivir de forma autónoma durante un cierto tiempo. Un logro desarrollado por cuatro jóvenes investigadores estadounidenses. Hemos entrevistado a Ricard Solé, profesor de investigación ICREA en el Instituto de Biología Evolutiva y director del Laboratorio de sistemas complejos en la Universidad Pompeu Fabra.
Informamos de un importante avance contra el cáncer: Un equipo del Instituto Sloan Kettering de Nueva York, liderado por Joan Massagué, ha descubierto que la capacidad de un tumor para extenderse por el cuerpo, se basa en los mecanismos de nuestro propio organismo para cicatrizar las heridas. Hasta ahora se pensaba que la metástasis dependía de alguna mutación de las células tumorales. Con testimonios de Héctor Peinado, jefe del Grupo de Microambiente y metástasis del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, y del doctor García Foncillas, director del Instituto Oncológico de la Fundación Jiménez Díaz. Enrique Sacristán (SINC) nos ha informado del hallazgo de indicios de un segundo planeta en torno a Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sol; y de una investigación sobre el viaje del fósforo, un elemento esencial en el ADN, desde regiones de formación de estrellas hasta los cometas. Jesús Martínez Frías ha comentado la visita de una representación de científicos chinos de la misión lunar Change’4 al Instituto de Geociencias, en el marco del desarrollo de colaboraciones científicas sobre geología planetaria y astrobiología. Con Javier Ablanque hemos viajado en la máquina del tiempo para conocer como Cristóbal Colón, en su tercer viaje, consiguió la colaboración de los nativos jamaicanos después de aterrorizarlos con la predicción de un eclipse (29 de febrero de 1504). Fernando Blasco nos explicó que la ilusión óptica ganadora en 2019 del concurso “La mejor ilusión del año” está relacionada con unas importantes figuras matemáticas: las figuras de Lissajous. Hemos informado de un proyecto de musicólogos e informáticos para completar la X Sinfonía de Beethoven con la ayuda de la Inteligencia Artificial. El resultado se estrenará el próximo 28 de abril en Bonn (Alemania), en el marco de los actos de celebración del 250 aniversario del nacimiento del compositor alemán. Antes de terminar, hemos reseñado brevemente los libros "El cerebro zurdo y otras historias de la ciencia y de la mente", de José Ramón Alonso (Guadalmazán); "Conocer la Meteorología", de José Miguel Viñas (Alianza Editorial); "Manual de supervivencia. Chernobil, una guía para el futuro", de Kate Brown (Capitán Swing); "Crisis, cómo reaccionan los países en los momentos decisivos", de Jared Diamond (Debate); "¿Por qué dormimos?, la nueva ciencia del sueño”, de Matthew Walker (Capitán Swing ) y "Ultimas noticias sobre la evolución humana", de Giorgio Manzi (Alianza Editorial).
A hombros de gigantes
Dos grandes avances en biobots y metástasis
19/01/2020
55:11