Eladio García Castro, Ramón Lobato, en la clandestinidad, fue secretario general del Partido del Trabajo de España el partido, a la izquierda del PCE de Santiago Carrillo, que tuvo mayor número de militantes a mitad de la década de los setenta, los años de la Transición.
García Castro comienza por recordar sus orígenes familiares, unos padres y parientes a los que la Guerra Civil y la represión franquista castigó con dureza. Algo de la que él mismo no se libró puesto que, detenido durante un estado de excepción a finales de los años sesenta en Sevilla, pasará catorce días en comisaría interrogado y casi un año en la cárcel. En el relato del inicio de su activismo político, García Castro cuenta que comienza para él estudiando arquitectura técnica, aparejadores, en Sevilla.
Concluye esta primera entrega explicando que sus diferencias con el PCE de Santiago Carrillo, en el que militaba, en particular sobre el funcionamiento de Comisiones Obreras, le llevaron al PCE Internacional, (PCE i), maoísta, y a trasladar su residencia de Sevilla a Barcelona. Podríamos añadir que en el maoísmo del PTE, como el de ORT y el MC, se comprueba demorado el efecto en Europa (aunque alcanzó a todo el mundo) de la ruptura violenta entre la URSS de Jrushov y la China de Mao desde la década de los 50. De igual manera, en la LCR se lee el efecto de la escisión en los años 30 del movimiento comunista entre los ortodoxos o estalinistas de la III Internacional y los trotskistas de la IV.
