En esta segunda entrega, Eladio García Castro repasa la relación con el PCE de Carrillo durante la Transición, y cómo las diferencias, a veces muy ásperas, no le llevaron a aceptar criticar a PCE en público para evitar constituirse elemento divisor de la izquierda. Recuerda más adelante, no obstante, el sectarismo de aquellos tiempos y las casi inexistentes relaciones con los otros partidos de la izquierda radical.
Describe el alejamiento del PTE del maoísmo a partir de la comprensión de los efectos de la Revolución Cultural y de la comprobación, al viajar a China y ser recibidos por el número dos del régimen, de la incomprensión de los dirigentes chinos de que, las diferencias de China con la URSS, no iban a poder convencerlos de la necesidad de apoyar la entrada de España en la OTAN, sólo porque perjudicaba a los soviéticos, para los chinos entonces el enemigo principal.
Cuenta después cómo dan los primeros aprendizajes en las reglas de juego de la semi-legalidad de 1977, por ejemplo, para ganar presentabilidad en los espacio de propaganda electoral en televisión.