"Pueblo lejano", de Romero Murube, y la narrativa rural

(Entrevista de Manuel Sollo). El campo andaluz, sus pueblos y sus gentes, han suscitado durante el siglo XX el interés de diversos autores, que por una u otra causa han quedado relegados del canon oficial. Ahora, el sello sevillano Athenaica ha creado una nueva colección de narrativa dedicada al rescate de obras que reflejaron ese mundo rural. La cuidada edición abre con el prólogo de una autoridad literaria. La inaugura "Pueblo lejano", la evocación de Joaquín Romero Murube sobre su pueblo natal, Los Palacios y Villafranca, un texto comparado a "Platero y yo", de Juan Ramón Jiménez o el "Ocnos" de Cernuda. La introducción la firma Felipe Benítez Reyes, quien realiza una semblanza de la obra y su autor. De personalidad poliédrica, Romero Murube fue miembro periférico de la Generación del 27, y pasó de la vanguardia a centrar su interés en Sevilla, ciudad que defendió de los especuladores urbanísticos del franquismo y donde fue director conservador del Alcázar. Falangista y conservador, ocultó a Miguel Hernández en su huida hacia Portugal en los estertores de la Guerra Civil y publicó el primer homenaje a García Lorca a los pocos meses de su asesinato. El segundo título publicado es "Historia de una finca", de los hermanos José y Jesús De las Cuevas, con prólogo de Jacobo Cortines. Novela de 1958, supuso el inicio de los "narraluces", la generación andaluza que emergió en el tardofranquismo. Sobre esta serie y otros proyectos dialogamos con uno de los editores de Athenaica, Manuel Rosal.