Es lo que hizo Mariano Álvarez, uno de los jugadores del Mil Historias Club de Fútbol, mucho más que un club: un equipo cuya cantera son personas que se enfrentan a la marginalidad sudando la camiseta: gente sin hogar, sin empleo, sin papeles o con problemas de adicción, como Mariano o como Oliver Campa, que nos cuentan como regatean sus problemas y como llevan la clasificación, dirigidos por el míster: Yamal Oliver, de la Fundación Rais. Otro tipo de exclusión, la de la locura, ha sufrido el artista que estos días visita nuestro país, Daniel Johnston, por cuya obra nos lleva la Carretera Perdida del señor Sanabria y la exposición "Visiones simbólicas" que reúne un archivo de cintas, dibujos y manuscritos de este atormentado y tierno creador.
Carne cruda
Coger las botas, dejar la botella
18/04/2012
59:21