Un misionero carmelita español denuncia la injerencia de Francia en Costa de Marfil
El padre Maximiliano Herraiz, misionero español carmelita, lleva más de 20 años en Costa de Marfil. Ahora vive en el sur de Abiyán, a 15 o 20 kilómetros de la casa del presidente Gbagbo. En declaraciones a RNE, Herraiz asegura que los combates han cesado y que ahora lo que se escucha en la capital "es un gran silencio".
Para Herraiz, la situación que vive Costa de Marfil la han provocado Francia y Estados Unidos. El primer ministro francés, François Fillon, asegura que el presidente saliente de Costa de Marfil, Gbagbo, está negociando su marcha. "Lo que diga Fillon hay que ponerlo entre comillas y subrayado" porque "el embajador de Francia y el de Estados Unidos fueron a buscar al presidente de la comisión electoral a su casa para que fuera a proclamar como vencedor a Outtara", cuenta Herraiz.
El misionero ve "muy clara" la injerencia extranjera. "Al presidente le proclama como tal el Tribunal Superior de Justicia, y aquí no se ha hecho", asegura. Además, el padre Herraiz cree que es injusto que no se haya querido recontar los votos. "Gbagbo ha pedido que una comisión internacional vea lo que ha pasado en las elecciones. Durante ese período el norte, el cortijo de Outtara, estaba levantado en armas", ha recordado.
Maximiliano Herraiz ha confirmado que el país vive una situación dramática. "Llevamos más de mes y medio con los bancos cerrados y con un embargo de medicinas por parte de la comunidad internacional. No tenemos qué darles de comer a los niños de nuestro orfanato, que se están muriendo de hambre", cuenta.