Antonio García Gutiérrez (1813-1884) fue el autor español más representado del siglo XIX y Verdi llevó a la ópera dos de sus obras, “El Trovador” y “Simón Bocanegra”. Sin embargo, tras su muerte, cayó en el olvido y hoy es uno de los grandes desconocidos del Romanticismo español.
García Gutiérrez también inauguró en nuestro país la costumbre de que el autor salude al público la noche del estreno. Pero no fue de forma voluntaria, sino reclamado por el auditorio del Teatro del Príncipe de Madrid cuando, con apenas 22 años, debutó con “El Trovador”. Además, fue pionero en exigir los derechos de autor por adaptación de una ópera y, como tantos escritores de su tiempo, participó activamente en política. Militante del Partido Progresista, estuvo involucrado en las conspiraciones liberales y, cuando triunfaron, fue recompensado con cargos diplomáticos y nombramientos como el de director del Museo Arqueológico Nacional.
De todas estas facetas de García Gutiérrez, y de su fuga a América en plena fama, hablan su biógrafo, Juan Carlos Rodríguez; el director de escena Gustavo Tambascio; el crítico musical Juan Ángel Vela del Campo; el director del Teatro de la Zarzuela, Paolo Pinamonti; la directora del Museo del Romanticismo, Asunción Cardona; el director del Museo Arqueológico Nacional, Andrés Carretero, y el miembro de la Real Academia Española José Manuel Blecua. También participan los catedráticos y profesores universitarios José Álvarez Junco, Alberto González Troyano, José Antonio Hernández Guerrero, y Alberto Romero Ferrer, que contextualizan la obra de García Gutiérrez en la convulsa España del XIX.