Termina el Año del Agua, declarado por la Unesco del 2013 en el marco del "decenio internacional del agua". El agua es sustancia matriz de la vida y gran parte de los problemas del planeta y de la humanidad tienen que ver con su gestión. La escasez y el mal reparto de este recurso vital, la contaminación y la alteración de los bosques, los cursos de agua y los océanos, que resultan claves para todo el entramado de la vida, ponen en peligro la supervivencia y el bienestar de los hombres y el resto de los seres que comparten la biosfera. El agua puede formar parte de nuestra cultura siendo fuente de vida y generando energía, salud, alimentos... Pero si actuamos en su contra, puede presentar su cara más devastadora en forma de sequía o inundación y ser portadora de contaminación o enfermedades vaso de agua para todos y es preciso conservarla como el soporte y patrimonio más infecciosas. Nuestro pequeño mundo contiene tan sólo un gran preciado para la vida.
Con el cronista de los árboles, Ignacio Abella, repasamos nuestro origen de agua, nuestra existencia de agua y nuestra cultura del agua. Los ngarinyim, los sabios indígenas españoles, las 3 leyes del agua, el fracking, los trasvases y las enseñanzas de Martín Chico. Apenas somos un cántaro de agua en un océano, pero un cántaro vivo, que mira, que siente, que piensa, florece y canta. Dicen también los ancianos ngarinyin que nuestro espíritu viene del agua, porque todo surge del agua y hoy más que nunca, podemos reverenciar esta fuente de vida y conciencia, como el lugar común que resuena adentro y afuera de nosotros mismos, por el simple hecho de beber y deleitarnos, de cuidar nuestro entorno, de plantar los árboles que son las madres de los manantiales, de ahorrar agua y tratarla como a un ser vivo que hay que proteger. Así que, si queremos agua, no queda más remedio que plantar árboles.