Bienvenidos a un bosque habitado por "99 Recetas para no devorar el mundo".
99 recetas creadas y caligrafiadas por Joaquín Araújo…. 99 recetas editadas por WWF porque… Porque, ¡atención: la ventana de oportunidad se está cerrando!… Fíjate bien, a lo sumo, tenemos un lustro para asentar un debate amplio y transversal sobre los límites del crecimiento, y para construir democráticamente alternativas ecológicas y energéticas que sean a la vez rigurosas y viables.
Sí, deberíamos ser capaces de ganar grandes mayorías para un cambio de modelo económico, energético, social y cultural. Deberíamos combatir las injusticias originadas por el ejercicio de la dominación y la acumulación de riqueza… Deberíamos hablar ya de un modelo que asuma la realidad, haga las paces con la naturaleza y posibilite la vida buena dentro de los límites ecológicos de la Tierra.
Una civilización se acaba y hemos de construir otra nueva. Y las consecuencias de no hacer nada -o hacer demasiado poco- nos llevan directamente al colapso social, económico y ecológico… Pero ¡si empezamos hoy, todavía podemos ser las y los protagonistas de una sociedad solidaria, democrática y en paz con el planeta!
Estas "99 Recetas para no devorar el mundo", escritas por Joaquín Araújo, constituyen una herramienta para que tú seas el protagonista inicial del cambio que quieres ver en el mundo y, no el cambio climático, precisamente, como reza el Manifiesto “Última llamada”… 99 recetas que se completan con las reflexiones de Ignacio Abella, Fernando Fueyo, Óscar Prada Campaña, Mar Verdejo, Raúl de Tapia, Rosa Villalba, Bernabé y José Moya, José Plumed, Jorge Riechmann y, claro está, Joaquín Araújo.
Todo ello ambientado musicalmente con las letras y los acordes de Tato López y su último trabajo “Más allá de las palabras”.
Así que revisa tu conciencia, los conocimientos ecológicos que todavía no has aplicado en tu día a día, descálzate y pisa la tierra y estira los brazos como ramas que se prolongan hacia un futuro de esperanza verde para no devorar más el planeta… Porque estás entrando en territorio conmovido…. ¡Arriba las ramas!