Bienvenid@s a un bosque habitado, encendido de ganas de cambiar el paradigma y mejorar el mundo gracias a la Revolución de l@s Conmovid@s que hoy nos reunimos aquí, en el Patio de la Casa Encendida para hablar de agroecología. Porque la ecología será política, agrícola, ecofeminista, social… o no será…
Por esta razón, Radio 3 y El bosque habitado se suman al Ciclo de “Agroecología. Marco teórico de los enfoques agroecológicos” porque tenemos muy claro que es el momento de aunar la filosofía ecológica y el pensamiento social en lo que hasta ahora llamamos Medio Ambiente. El objetivo es conseguir y disfrutar de un “ambiente entero”. Y para ello contamos con grandes referentes en la agricultura, la ciencia, el activismo, los agrosistemas y los movimientos enraizados en el territorio. Nos acompañarán algun@s integrantes de la Comunidad del Bosque (Joaquín Araújo, Mar Verdejo Coto, Arantza Leal, Rosa Villalba, Raúl de Tapia que es Raúl Alcanduerca, Utópica Irma o Irma Basarte). También conmovid@s en La Casa Encendida como Pedro Rubio, José Luis Porcuna y Alberto Peralta.
Hoy nos acompaña un Club de la Hojarasca muy enramado: Pilar Socorro, José Manuel Sebastián y Juan Carlos Ruíz, que por cierto, nos sorprenderá con una compañía muy especial, Hawa Ecostar. Y la banda sonora de esta fiesta del mundo verde que celebramos hoy tenía que ser tan mutualista que corre a cargo de Guille Jové, nuestro joven cantautor de raíz que nos interpretará canciones repletas de mensaje y coraje. Además, como ya habéis podido comprobar quienes estáis aquí, en directo, el artista plástico Joaquín Vila, que trabaja especialmente los vínculos entre las plantas, los animales y los seres humanos, creará una obra de arte durante la hora de emisión de este programa.
Somos semilla, somos humus, somos ecofeministas, somos bosque, así que hundid vuestras raíces muy profundamente y agitad las hojas sin rubor porque comenzamos la Revolución Agroecológica, practicaremos la Ley de la Devolución y viviremos en la Economía de la Naturaleza… Estás entrando en un Ubuntu de casa habitada y bosque encendido, sin duda… territorio conmovido ¡Arriba las ramas!