El arce conocido como El Carbayón de Rozadas, en Boal (Asturias), corre peligro de morir talado, un venerable ser con más de trescientos años, con nombre y apellidos que, como árbol de reunión y de la palabra tiene el poder de reclamar conservar su vida a través de la voz de quienes lo habitan con sus recuerdos, su experiencia vital o la de sus antepasados. Hoy nuestro protagonista, un arce con su propio facebook (El Carbayón de Rozadas), es nuestra respuesta a la llamada de ayuda de la Asociación de Amigos del Tejo y las Tejedas y del Alcalde de Rozadas, Félix González.
Y es que, como dice nuestro invitado y vicepresidente de esta arbórea asociación, Antonio Fernández Morcuende,"cuando una persona logra vivir más allá de un siglo todos sentimos admiración por ella, este Arce (El Carbayón) lleva viviendo tres siglos creo que ha hecho méritos suficientes para que le respeten y se ha ganado el derecho de seguir viviendo otros tres siglos más, esperando que los que entonces habiten Rozadas y los que dirijan La Consejería de Medio Ambiente del Principado de Asturias tengan mejores criterios y más respeto por la Botánica y el Medio Ambiente".
Así que intentamos conocer cómo ha surgido el conflicto, en qué situación precaria nos encontramos en la defensa del Carbayón y acudimos a esa energía ancestral, de los antepasados del pueblo que descansaron en verano bajo su sombra y que, como leemos en la página abierta en Facebook El Carbayón de Rozadas, si pudieran pronunciarse estarían en contra de su tala. Una iniciativa popular trata de frenar esta decisión sin vuelta a atrás, para que antes de cometer algo irremediable que cierren los ojos y que hagan pasar por su mente foto a foto las caras de todos los antepasados que se sentaron bajo la sombra de sus ramas. Además, están seguros de que con sentido común se suelen encontrar mejores soluciones que con una moto sierra.
Además contribuyen a elevar el ruego de supervivencia de El Carbayón textos surgidos de la verde pluma de Ana Manzano Peral, Ignacio Abella, Fernando Fueyo, G.Alonso de Herrera y Antonio Fernández Morcuende. Nos ambienta musicalmente la mítica banda irlandesa Gwendal.