Bienvenid@s a un bosque habitado por la inteligencia y la sensibilidad de un naturalista conmovido con mayúsculas. Creíamos conocer a Joaquín Araújo lo suficiente para entender su larga y amplia trayectoria. Pero no. Hasta que la Comunidad del Bosque no acudió a su verdadero hogar, entendíamos bien poco. Cuando "El Emboscado" mayor de los reinos naturales dice que antes que escritor y divulgador es campesino está diciendo la verdad y se queda corto. Es una gran satisfacción comprobar que la autenticidad se cumple y es real. Sin trampas, sin esa impostura tan corriente hoy en día de querer pintarse de verde.
Y sí, fuimos allí, a un rincón de Las Villuercas, y donde menos lo esperábamos ya, apareció su hogar. A saber, amén de una casa, un huerto enorme, un huerto mediano y un huerto de invierno, una alberca, dos yeguas, gansos, gallinas y 25.000 árboles. Ahora escucha, Joaquín Araújo es sobre todo campesino. Cuando vimos la cantidad de trabajo que tenía a diario con la tierra, mano a mano (y sabiendo lo que es cuidar un pequeño huerto) nos sorprendimos ¿Cómo puede un hombre mantener verde tanta vida y tantos árboles y tanto amor sembrado, brotado y engalanado?
Queríamos profundizar en una referencia tan esencial para las ecologistas y los activistas. Tan imprescindible como Thoreau.
Porque la defensa de nuestra vida en el planeta urge y tenemos que aprender todo lo que podamos de nuestr@s maestr@s.
Allí estuvimos Lucía Rodríguez, Juan Carlos Ruíz, José Bernardino, Mar Verdejo, Guille Lara Navarro, Rosa Villalba, Natxo Blanchart, Utópica Irma, Miguel Duda, Raúl de Tapia que es Raúl Alcanduerca y esta emboscada.
Como dice Araújo, trabajar para que la sensatez arraigue y que ese fruto llamado coherencia nos haga compatibles con nosotras mismas y con el derredor. Porque los pantagrueles, como dice Joaquín, no contentos con engullir elementos básicos y paisajes, culturas ancestrales y multiplicidad vital, han comenzado a zamparse a sí mismos. Y lo hacemos con las charlas y paseos con el naturalista por la naturaleza que habita y los textos de Juan Carlos Ruíz, la Voz del Bosque, Ignacio Abella y el propio Joaquín Araújo. Todo ello envuelto en la defensa verde musical del conmovido Diego Cruz y los Niños Viejos, en su disco “Somos”… como dice él, somos 99 de cada 100.
Y ahora disponte a habitar el paisaje natural más cercano, riega con tus emociones el hogar común para que sea bosque y no un erial y deja que la Natura te atalante, porque estás entrando en territorio emboscado, sin duda territorio conmovido… ¡Arriba las ramas!