Bienvenid@s a un bosque habitado por una legión de jóvenes, ilustrados en ciencias para el activismo verde, que un día descubrieron y apostaron por una filosofía que defiende las diferencias culturales, ligadas a nuestra herencia alimentaria, que revaloriza la historia y la cultura de cada grupo social y que promueve las redes de intercambio recíproco y equilibrado.
Una filosofía y una propuesta de vida individual, colectiva, diversa y planetaria abierta y que promueve todos los mutualismos necesarios para defender la Madre Tierra y a tod@s sus habitantes. Una filosofía que nació hace 30 años, fundada por Carlo Pretini, en la pequeña ciudad italiana de Bra, para defender la buena alimentación, los placeres de la mesa y un ritmo de vida “slow”. Un ritmo con más sentido común y más necesario ahora que nunca. Porque vivir slow, más despacio, nos insta a recuperar nuestros biorritmos y los de la naturaleza, ser fenológicamente consecuentes. Y, como premisa indispensable, empoderar a las comunidades indígenas, crear plataformas para defender el derecho a la soberanía alimentaria y la defensa de la biodiversidad cultural como prioridades de su futuro y del futuro del planeta.
Por esta razón, estos jóvenes han creado la Red Joven Ibérica de Slow Food. Y por esta razón, algunos de ell@s han venido, cargados aún con sus mochilas, a El bosque habitado, recién bajados del avión que les regresaba de Turín, tras el encuentro de Terra Madre que allí ha tenido lugar. Y, antes de emprender viaje a sus lugares de residencia y activismos, han querido contarnos, emocionarnos, ilustrarnos con la fiesta del conocimiento, de la multiculturalidad, de los mutualismos y las herramientas que allí han experimentado. Hoy nos acompañan Ossián de Leyva, de Guadalajara, y Noelia García Rodríguez, de Asturias, en representación de la Red Joven Ibérica de Slow Food.
Este programa pretende dar a conocer la oportunidad que ell@s nos ofrecen desde Slow Food y la experiencia Terra Madre, para hacer conexiones en la península, para unir esfuerzos, sueños y certezas, para recuperar el conocimiento de los últimos indígenas ibéricos y rescatar nuestro indigenismo autóctono, casi olvidado pero aún latente en nuestro ADN. Y lo hacemos con los textos inspiradores de Ignacio Abella, Raúl de Tapia, Mar Verdejo, Carlo Petrini y Slow Food, Yelel Cañas y Lucía López Marco. Todo ello al ritmo alegre y de buen gusto de Moakara y su trabajo “Los insectos”, una acertadísima propuesta de Jose Angel Rodriguez Fernandez, de El Bierzo y la Asociación Asociación A Morteira.
Así que desacelera, párate un ratito bajo la sombra de El bosque habitado y descansa. Y, muy slow, hunde con placer tus raíces en lo más ancestral y estira todas tus extremidades para alcanzar cada rincón de este territorio conmovido… ¡Arriba las ramas!
