Falleció el 17 de enero a los 80 años. Kernay Barton no fue músico ni compositor, tan solo fue un productor ingeniero de sonido. Pero de su pequeño estudio en Seattle surgió lo que vino a conocerse como Northwest Sound, un sonido sucio, abrasivo, a tope de volumen, pero con cada instrumento bien detallado y con una pegada que no se parecía a nada de lo que se manufacturaba en aquellos primeros años 60. Por sus manos pasaron cientos de banda de garage, frat rock e instrumentales que darían lugar a una escena juvenil que recorrería todo el país. Recordamos a este inventor en la sombra a través de las grabaciones que hizo para grupos como The Sonics (The witch), Frantics (Chitlins con carne, Werewolf), Little Bill with the Advenures (Louie Louie), The Kingsmen (Jolly green giant, Thats cool thats trash), Artesians (Koko Joe), The Wailers (I idolize you), The Counts (Turn on song), Don and the Goodtimes (Make it, Little Sally tease), The Standells (Medication), The Incredible Kings (The chain, The limp), Eccentrics (Podunk holler), Little Daddy and the Bachellors (Come on home), Imperials (Crossfiring) y The Sonics (Psycho).