Estos días hay belenes por doquier pero hoy vamos a visitar uno muy especial, el Belén de la Solidaridad en Sevilla, porque es de corazón. Y nunca mejor dicho porque es el de los trasplantados que repite año tras año con un belén diferente y hoy les toca el turno a los que han vuelto a nacer gracias a un donante de corazón.
Por aquí pasan colegios, niños y adultos para ver el belén que es muy grande pero a la salida se encuentran con estos hombres y mujeres hinchando globos sin parar y los carnés de donante para aquél que quiera aprovechar al conyuntura. Yo he estado allí viendo cómo preparan los globos y puede que ellos tengan más ilusión que los niños cuando entran porque sus ojos están vivos, derrochan alegría y mucha gratitud por estar hoy aquí.
Las historias de vida son conmovedoras, no en vano su lema es: Un trasplante un nacimiento. Y tienen razón porque he hablado con una pareja que está a punto de celebrar sus bodas de oro y él lleva 17 años con un corazón donado de por vida o bien un hombre que nunca imaginó volver a ser padre tras el trasplante. Pero también he conocido el testimonio impresionante de un padre de donante que ya forma parte de esta gran familia, al igual que una viuda de trasplantado pero que sigue en la lucha junto al resto por sumar donantes de órganos... también de corazón.