Esta noche vamos a conocer qué significa ser un comedor compulsivo y qué problemas tiene para controlar este impulso o sus consecuencias. Porque se trata de una enfermedad, de una adicción que domina a la persona. No son capaces de controlar lo que comen. Y llegan a hacer barbaridades para comer donde y cuando sienten esa necesidad que puede con todo.
Me comentaba una mujer, tras una reunión a la que asisto en Málaga con varios comedores compulsivos, que al principio comer de esa forma es el síntoma de que algo va mal pero al final se convierte en el gran problema.
Y son muchas las personas que tardan años en aceptar esa realidad y acudir a alguna de las asociaciones que hay repartidas por toda la geografía española. Porque es una adicción muy invisible, avergüenza a quien la padece porque no puede evitar esconderse de sus familiares y amigos para comer. Además, después de atiborrarse tampoco se sienten mejor porque la salud también lo sufre.
Pero quien logra acudir regularmente a estos encuentros con otros afectados y hacer el programa que proponen, confiesa que le ha cambiado la vida porque ahora "entre comida y comida vivo", comenta una señora que podría ser abuela.