Un 'Quijote' en la guerra

Los pocos perfiles que hay sobre él coinciden en que era un tipo quijotesco. Alto, delgado y con unos ojos que, como el personaje de Cervantes, supieron soñar en la derrota. No tenía caballo, pero con 26 años se subió a una moto para recorrer los 4.000 km que separaban Barcelona de Mostar, en Bosnia, donde se convertiría en uno de los reporteros de guerra más respetados de la profesión, y quizá también, en uno de los más desconocidos por el gran público. Se llamaba Miguel Gil Moreno y murió hace casi 14 años en Sierra Leona. Lo recordamos de la mano de su madre, Pato Macián, presidenta de la Fundación Miguel Gil Moreno, que acaba de convocar la XII edición de los premios que llevan su nombre. Una pieza de Carolina Alba.