Tolerante, de ideas progresistas, pacifista y feminista, la aragonesa María Domínguez Remón, que con el tiempo llegaría a ser la primera alcaldesa de la II República, no tuvo una vida fácil. Hija de jornaleros, apenas pisa la escuela y siendo todavía una niña comienza a trabajar en el campo.
De formación autodidacta, consigue el título de maestra. También destaca como periodista, siempre reclamando la importancia de la igualdad entre hombres y mujeres y denunciando su discriminación.
Durante los apenas dos años al frente de la alcaldía de Gallur, consiguió grandes logros.
Detenida a los pocos días del golpe de Estado de 1936, fue fusilada el 7 de septiembre de ese mismo año.
Sus restos han sido recuperados de la fosa común en la que permanecían el pasado 31 de enero.