A ver si adivinan ustedes qué villancico americano estaba satirizando Shostakovich en su Preludio en Re bemol... ¡Exacto!... Eso hacen los maestros, citar obras o canciones para satirizarlas, homenajearlas, hacer guiños al público, sentirse parte de la tradición... Stravinsky con Schubert en su Circus Polka. Rachmaninov con Beethoven en su canción "El destino" (toc-toc-toc-toc). Y ¡¡el cine!!... cómo se pasan los "cineastas": lo de Zimmer con el Marte de Holst es descarado; pero más lo de John Williams con La Consagración de Stravinsky, especialmente el tema del "mar de las dunas" en Star Wars (muchas gracias a ese youtube de Alexander Liebermann). Hasta Mozart plagió a Clementi. Las curiosas resonancias del Himno a la Alegría: el Misericordias Domini de Mozart y el Catone in Utica de Christian Bach. ¿Hubo plagio?... Nuestros amigos Rita L. Panach, Sheila Miranda y Alberto Pelisier nos aportan las fuentes del Réquiem de Mozart: el tonus peregrinus (que ya está presente en Bach), unos anthems de Haendel y una misa de Michael Haydn. Aquí toma prestado hasta el apuntador. Bártok homenajeando a Bach en su Cantata Profana: ¿"Matar al padre"?... Y la experiencia de José Manuel Baena y la preciosa niña que entonaba el Tercero de Rachmaninov sin haberlo escuchado... en este mundo... Explicación de Borges para estas cosas. No se me asusten, que continuamos la semana próxima.