Cada persona es única, y lo mismo ocurre con su enfermedad. Tradicionalmente, los pacientes que padecen una determinada dolencia, son tratados con un mismo fármaco o grupo de fármacos. Sin embargo, no todos responden de la misma manera y los efectos secundarios pueden variar de uno a otro. Como explica María Vallet, directora del Grupo de Investigación en Biomateriales Inteligentes de la Universidad Complutense y miembro de la Real Academia de Ingeniería, la medicina personalizada pretende dar el tratamiento adecuado (y en el momento oportuno) a cada tipo de paciente. La información de genes, proteínas y el ambiente de una persona se emplea para prevenir, diagnosticar y tratar una enfermedad o predecir la respuesta del paciente a un fármaco, además de precisar el fármaco y dosis más adecuados.