Los combustibles fósiles acaparan más del 75 por ciento de la demanda mundial energética. A pesar de las medidas emprendidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, las previsiones indican que el consumo de petróleo, gas y carbón seguirá siendo elevado en las próximas décadas. Como explica Antonio Colino, expresidente ejecutivo de ENRESA y miembro de la Real Academia de Ingeniería-- el carbón es el más abundante y con las reservas más ampliamente distribuidas. Y aunque es el mayor emisor de CO2, es el más utilizado para la producción de energía primaria, especialmente en EEUU y Asia.
Por fortuna, disponemos de una serie de tecnologías avanzadas (gasificación, lucuefacción, adsorción, absorción, etc) que se pueden aplicar antes, durante o después de la combustión del carbón para aumentar su eficiencia energética y reducir las emisiones contaminantes de óxidos de carbono, azufre y nitrógeno. Estas tecnologías encarecen el precio del kilovatio hora aunque, como advierte Antonio Colino, todo depende de la demanda del mercado y de lo que estemos dispuestos a pagar por una energía más limpia.
Esto es ingeniería
Uso limpio del carbón
27/10/2019
05:49