Estudió Física Cuántica; trabajó como Gerente en Decathlon y en el Grupo Cortefiel. Pero su YO interior siempre le gritaba la necesidad de ser artesano, de dedicarse a su verdadera vocación, la panadería.
Y hace algo más de cuatro años creó Levadura Madre, un obrador donde trabajan con la tradición de las lentas fermentaciones, con los recuerdos de nuestra infancia, cuando el pan sabía a pan, cuando los aromas del horno que había cerca de casa de nuestra abuela llenaba de sensaciones todo nuestro ser, y cuando una hogaza, días después de cortarla, seguía manteniendo toda su potencia y toda su viveza.
En 2014 Levadura Madre son tres pequeños establecimientos que llenan de vida las mesas de la capital de España con los panes que salen del obrador que tienen en la Calle Alcalá de Madrid. Y no sólo panes, porque algunos de los productos de la bollería que allí elaboran, como los croissants, son pura perdición para los pecadores mundanos que nos enloquecen los placeres.