Vidas contadas
Hipólito Bonchard - 16/02/11
16/02/2011
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Su vida se volvió vertiginosa cuando le otorgaron patente de corso para abordar y saquear por su cuenta los barcos españoles.
Cuando se retiró se estableció en las haciendas adjudicadas como recompensa por el congreso peruano, y fundó un gran ingenio azucarero al que llamó 'La Buena Suerte'. Fue asesinado por sus propios sirvientes.