Se cumplen 120 años del nacimiento de Joan Miró. Fue uno de los máximos exponentes del surrealismo español y rompió los moldes de su época. Ordenado y discreto en la vida cotidiana, era provocador en su obra, a la que dedicó la mayor parte de su vida. El trabajo era su única pasión. Encerrado en su taller, pasaba horas y horas rodeado de pinceles y lienzos con los que creaba mundos mágicos, y donde todo giraba en el ser humano y una tierra a la que se sentía profundamente arraigado. En 1981 creó la fundación que lleva su nombre y a la que donó su extensísima obra. Trabajó hasta el final de su camino, que llegaba la navidad de 1983.
Diez años después, con motivo del centenario de su nacimiento, Informe Semanal analizaba este espíritu inconformista que luchó por la defensa de la libertad y el catalán y que, por encima de todo, quiso ser recordado como un ser humano honrado.
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