Este mundo sería más aburrido sin la Química. Y no sólo porque nos perderíamos las películas con científicos diabólicos en laboratorios llenos de vasos humeantes. También porque nos quedaríamos sin un arte fundamental, el de enlazar átomos y moléculas. En la tabla periódica hay poco más de un centenar de elementos que se pueden combinar de forma casi infinita y así pueden surgir las más de 100.000 moléculas que hay en el cuerpo humano o los 900 compuestos que le dan aroma a un buen vino. El reto es crear nuevas combinaciones para solucionar problemas. Es el caso del oro, que estudia el químico Antonio Laguna y que Carmen Gutiérrez ya aplica en la cosmética antiarrugas o los nuevos productos de higiene y limpieza que investigan Ramón Pons, Lourdes Pérez y Nuria Floriach. Tres14 habla con ellos.
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