El policía nacional Ramón Díaz García, cacereño de Casillas de Coria y de 42 años, estaba casado y tenía cuatro hijos. Fue asesinado el 8 de diciembre de 1990, cuando el convoy de dos furgones en el que viajaba para cubrir el partido de fútbol del Club Deportivo Sabadell y Málaga Club de Fútbol en la Nova Creu Alta, fue alcanzado por la explosión de un coche-bomba. El vehículo fue detonado a distancia por miembros del comando Barcelona. La explosión alcanzó de lleno al segundo furgón matando, además de a Díaz, a los agentes Juan José Escudero Ruiz, Juan Gómez Salar, Eduardo Hidalgo Carzo, Miguel Marcos Martínez y Francisco Pérez Pérez. Otros dos policías y nueve viandantes fueron heridos de gravedad.
Tres días después del atentado, Sabadell quedó totalmente paralizada durante cinco minutos en protesta contra el atentado para honrar a los fallecidos.
Los terroristas Juan Carlos Monteagudo Povo y Juan Félix Erezuma Uriarte, supuestos reponsables del atentado, murieron el 30 de mayo de 1991 en Lliçá de Munt (Barcelona), en un enfrentamiento armado con agentes de la Guardia Civil.
Véase también agentes Juan José Escudero Ruiz, Juan Gómez Salar, Eduardo Hidalgo Carzo,Miguel Marcos Martínez y Francisco Pérez Pérez.