Veloso, victoria de etapa y Valverde, líder

• El corredor del Xacobeo Galicia da la primera victoria española a la Vuelta
• Valverde entra tercero y le arrebata el maillot oro a Cadels Evans
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Etapa 9, resumen

El ciclismo español ha vivido un buen día en la novena etapa de la Vuelta a España con la primera victoria nacional obra de Gustavo César Veloso (Xacobeo-Galicia) y la posesión del maillot dorado para Alejandro Valverde, en un día donde Xorret del Catí hizo la primera selección de la que salieron fortalecidos Cadel Evans (Silence-Lotto), Ivan Basso (Liquigas) y Robert Gesink (Rabobank), y 'tocado' Samuel Sánchez (Euskaltel).

La jornada entre Alcoy y Xorret del Catí fue distinta a la del domingo. Hubo menos reserva de fuerzas y Valverde y su equipo buscaron un cambio de guión, que no resultó plenamente satisfactorio por la buena reacción de Evans, la solidez de Basso y la presencia de Gesink.

Los cuatro fueron los favoritos que mejor resistieron las durísimas rampas del puerto alicantino, mientras que 'Samu', aún dañado por la caída de ayer, sufrió y no pudo estar en el grupo de aspiran aunque no cedió un tiempo demasiado importante y está a poco más de un minuto del liderato.

El grupo de favoritos permitió la escapada del día, protagonizada por el belga Stijn Devolder (Quick Step), el estonio Rein Taaramae (Cofidis), el italiano Marco Marzano (Lampre) y los españoles Javier Ramírez (Andalucía Cajasur), Julián Sánchez Pimienta (Contentpolis), David De la Fuente (Fuji-Servetto) y Gustavo César Veloso (Xacobeo), finalmente el más fuerte e inteligente del septeto.

Los fugados supieron trabajar y eso les permitió alcanzar el último de los siete puertos del día con una ventaja de más de tres minutos en teoría suficiente para que alguno fuese el protagonista en el podio.

Por detrás, el Caisse d'Epargne tomó el mando ante la cercanía de Xorret del Catí y decidió imponer un ritmo duro para ir haciendo la selección de aspirantes. Encontró la ayuda del Liquigas y la resistencia de un Cadel Evans, que pese a no tener equipo, se encuentra en buena forma y está dispuesto a olvidar su revés del Tour.

Valverde impone el ritmo

Joaquín Rodríguez, Vasil Kiryienka y David López fueron los escuderos de Valverde en la ascensión decisiva, marcada con rampas cercanas al 20 por ciento, que se fueron atragantando a los escapados, partidos por un ataque de Taaramae, y a los perseguidores.

Así, el estonio se lanzó a por la victoria dejando a sus compañeros, pero pagó caro su atrevimiento y el puerto acabó por pasarle una factura muy cara, todo lo contrario que a Veloso, que supo regular e ir sobrepasando rivales para coronar en solitario y enfilar hacia la meta.

El ciclista gallego luchaba contra sí mismo y con la apertura de las hostilidades entre los favoritos. Alejandro Valverde culminó el gran trabajo de su equipo con continuos cambios de ritmo, que acabaron con 'Samu', Ezequiel Mosquera (Xacobeo), Tom Danielson (Garmin) o Damiano Cunego (Lampre), entre otros.

Sólo Evans y Basso, con Gesink al acecho, supieron rodar junto al murciano, que ante la posibilidad de llegar como líder a su tierra apretó los dientes en busca de enjugar los escasos dos segundos de desventaja respecto al australiano.

Veloso no perdió fuerzas en el peligroso descenso y aguantó con entereza para dar al ciclismo español su primer triunfo en 'su' carrera. El italiano Marzano fue segundo y Valverde lanzó su último cambio de ritmo en los metros para sobrepasar a De la Fuente sobre la misma línea de meta y saborear seis segundos extras con sabor a maillot dorado, que podría vestir mañana cuando el pelotón llegue a Murcia.

El corredor del Caisse d'Epargne tiene cuatro segundos de ventaja sobre Evans, más de medio minuto sobre un Gesink que también presentó su candidatura, y casi un minuto sobre Basso, que no pudo atacar, pero aguantó con entereza.

El martes se disputará la décima etapa de esta 64 edición de la Vuelta en el que el pelotón deberá cubrir los 169 kilómetros que llevan desde Alicante a Murcia y con el Alto de la Cresta del Gallo de segunda categoría a menos de 20 kilómetros para el final y que podría provocar emboscadas.