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Mourinho: "Está claro que acabaré mi carrera sin entrenar al Barça"

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El análisis de Mou y Pep

El entrenador del Inter de Milán, el portugués Jose Mourinho, que ha apeado al Barcelona de la final de la Liga de Campeones al perder por la mínima en el Camp Nou (1-0), cada vez tiene más claro que no se sentará nunca en el banquillo del club azulgrana, con el que ha protagonizo un nuevo episodio de su largo desencuentro.

"Tampoco soy tan estúpido para pensar que este odio se puede transformar en amor. Yo respeto mucho al Barça, nunca olvidaré lo que me dio los cuatro años que estuve aquí, pero se ha creado alrededor mío algo que ya creo que es imposible transformar en positivo, y está claro que acabaré mi carrera sin entrenar al Barça", sentenció a la conclusión del partido.

Figo ya puede venir a Barcelona tranquilo

Mourinho ironizó sobre la animadversión que el aficionado del Barcelona tiene hacia su persona: "Figo ya puede venir a Barcelona tranquilo, porque ahora el enemigo público número uno soy yo".

En lo referente al partido, el entrenador portugués calificó la derrota que esta noche encajó su equipo (1-0), como la más dulce de su carrera, ya que ésta le clasifica para la final que se disputará en el madrileño estadio Santiago Bernabeu. "Es la derrota más bonita de mi vida, aunque creo que mis jugadores merecían un 0-0, porque han hecho un partido espectacular desde el punto de vista de la organización defensiva", manifestó.

"Quien gana tanto, no sabe perder"

Mourinho excusó el inexistente juego ofensivo de su equipo, en la lesión de Pandev, primero, y en la expulsión de Motta, después: "Tuve que poner a Chivu, que es más defensivo, porque Pandev no estaba en condiciones de jugar, y sin él equipo pierde peso ofensivo. Luego, con diez hombres, lógicamente nuestras posibilidades de crear y marcar prácticamente se habían reducido a cero".

Nosotros no queremos la pelota

El técnico del Inter destacó que, ante tanta adversidad "cualquier otro equipo sin organización ni espíritu táctico habrían encajado cuatro o cinco goles" contra un equipo como el Barcelona, y explicó porque sus hombres renunciaron a cualquier posibilidad de elaborar algo de juego ofensivo. "Nosotros no queremos la pelota, porque el Barcelona presiona, cuando presiona, recupera, y cuando la recupera, tu ya has perdido la posesión", argumentó.

El preparador portugués restó importancia a los incidentes del final del partido entre algunos de sus jugadores y los del Barcelona y también a su celebración, que fue recriminada por el portero local, Víctor Valdés.

En este sentido, Mourinho apuntó que "quien gana tanto, no sabe perder" y dejó claro que en ningún momento se dirigió a la afición azulgrana tras finalizar el partido. "Valdés pensaba que lo estaba festejando de manera negativa contra el público, pero yo lo estaba celebrando con los aficionados del Inter que estaba en aquella zona", se justificó.