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Nos colamos en el hotel de España

Por
La casa de 'La Roja'

Nada mas entrar en el Sport Village, el hotel de concentración de la selección española, la sensación de comodidad y austeridad se entremezclan.

El complejo de la Northwest University de Potchefstroom fue el lugar elegido por la Federación para alojar a la expedición durante este Mundial y este jueves hemos tenido la oportunidad de verlo por dentro.

En la entrada nos topamos con un hall con varios sillones y sofás que dan paso al comedor, una estancia con cuatro largas mesas con aceite de oliva y vinagre, además de bandejas de frutas. Dos de ellas son para los jugadores y las otras dos son para el resto de la delegación.

Saliendo al jardín, nos encontramos una piscina que no invita al baño por las bajas temperaturas de la localidad. Detrás de ella vemos las habitaciones, en total son 80 y están divididas en cinco módulos, con edificios de dos pisos, con una terraza para cada una de ellas.

Una pequeña cocina, con un baño de reducidas dimensiones, una cama, dos sillones y una televisión de plasma son los lujos de los que disponen los jugadores, eso sí, todo decorado con mucho gusto.

En la parte izquierda del complejo nos encontramos la 'sala de ocio', un imponente edificio que pertene a la asociación de cricket de Northwest. Allí los jugadores pasan sus ratos libres, jugando al billar, al futbolín, a la videoconsola o al ping-pong.

En todo momento estamos vigilados por un personal de seguridad que no borra la sonrisa de la boca. El recinto está vigilado día y noche por la 'bafana security'.

La visita finaliza en los vestuarios, que también sorprenden por sus pequeñas dimensiones. Un espacio dividido en tres salas, la primera, con las taquillas de los 23 jugadores, la segunda con cuatro duchas y por último una sala donde se apilan todas las botas de todos los jugadores.