Australia y Serbia mueren con las botas puestas
- Los australianos se imponen a Serbia 2-1 pero ambos se despiden del Mundial
- El equipo de Antic controló el encuentro pero no aprovechó sus ocasiones
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Serbia y Australia se han despedido en el Mundial en un partido jugado al límite por ambas selecciones. La primera parte fue para los serbios, pero erraron las oportunidades que tuvieron, mientras que Australia despertó en la segunda con dos golazos de Cahill y Holman.
Cuando los de Antic quisieron reaccionar ya era demasiado tarde y el gol de Pantelic fue insuficiente para mantenerse vivos en el Mundial. Un claro penalti obviado por Jorge Larrionda en el minuto 89 hizo explotar al banquillo balcánico, que se despidió de Sudáfrica cargando contra el árbitro uruguayo.
De esta forma, Australia y Serbia acaban tercero y cuarto del Grupo D, donde han conseguido el pase a octavos de final Alemania y Ghana. Los germanos se enfrentarán a Inglaterra en una explosiva eliminatoria, mientras que Ghana lo hará con Estados Unidos.
Para enconces, australianos y serbios ya estarán en sus casas viendo el Mundial por televisión. El esperado equipo de Antic se ha quedado en nada después de una irregular fase de clasificación, con una decepcionante derrota ante Ghana, una victoria brillante ante Alemania y una derrota ante Australia de despedida.
A pesar de las dudas, Serbia llegaba al último partido dependiendo de sí misma. Si ganaba, pasaba. Más difícil lo tenía Australia, que dependía de un milagro para alcanzar los octavos de final. Así comenzó un partido del que pronto se hizo dueño Serbia, con un juego dominante, apoyado en los movimientos de Kuzmanovic y la brújula de un excepcional Jovanovic.
Cerrojazo australiano
Poco a poco, Serbia fue arrinconando a Australia, que echó el cerrojazo ante la intensidad ofensiva de su rival. La rapidez de Krasic en la banda derecha propició las primeras ocasiones para los balcánicos, que chocaron contra el veterano Schwarzer, espléndido bajo los palos 'socceros'.
Krasic por la derecha y Jovanovic por la izquierda conseguían desbordar una y otra vez a los laterales australianos, pero Zigic se ahogaba en la espesa defensa de los de Verbeek. Las oportunidades serbias llegaban pero no cuajaban, mientras que Australia se encomendó a Kennedy, el espigado delantero australiano, que llevó peligro en casi todas sus intervenciones.
Los contagolpes australianos empezaron a meter el miedo en el cuerpo de Serbia, que seguía estrellándose contra Schwarzer. De esos fallos se acordarán toda la vida los serbios, sobre todo después del golazo de Cahill. Un balón largo fue cabeceado a la perfección por el jugador del Everton, que quitó las telarañas de la portería de Stojkovic. Imparable.
El tanto noqueó a Serbia, que se salió del partido y dio paso a una Australia enérgica que soñaba con el milagro. Lo tenía complicado pero un zapatazo de Holman seis minutos después del gol de Cahill los acercó al milagro. Dos goles le separaban de octavos, al igual que Serbia, también.
Serbia reacciona demasiado tarde
Con el 2-0 el partido se rompió por completo y las ocasiones empezaron a caer en ambas porterías. Antic retiró a Zigic y Krasic y dio entrada a Pantelic y Tosic. Más técnica y menos contundencia para un final de infarto, en el que Pantelic dio la razón a su seleccionador marcando en el único error de Schwarzer. El portero australiano rechazó mal un potente disparo lejano y dejó en bandeja el gol al punta del Ajax, que solo tuvo que empujarla.
Con los nervios a flor de piel y a siete minutos para el final, serbios y australianos no se rindieron y siguieron creando ocasiones. Sin embargo, un gol anulado por claro de fuego de Pantelic y un penalti no pitado a favor de Serbia por una mano de Cahill dispararon las quejas balcánicas.
Con estas acabó el partido y el Mundial para estas dos selecciones que lucharon lo indecible por seguir vivas en un Mundial que está ganando tensión en la siempre emocionante última jornada de la primera fase.