Guti, la eterna promesa del Madrid que deja vacante el dorsal 14
- Tras 15 años en el primer equipo, Guti seguirá jugando fuera de España
- Ha tenido dificultades con todos sus entrenadores para hacerse un hueco
- Su carácter le ha pasado factura en numerosas ocasiones
Guti termina el ciclo más importante de su vida futbolística; deja el Real Madrid para irse al extranjero, con casi toda probabilidad al Besiktas turco. El dorsal 14 de la camiseta blanca queda así vacante y quien quiera que sea su nuevo dueño no podrá evitar ser comparado con un jugador tan talentoso como controvertido.
El Madrid ha arrancado la temporada y en el primer entrenamiento no ha contado con la presencia de los dos más veteranos, Guti y Raúl. El primero ya conoce su futuro y el segundo lo desvelará este lunes.
A punto de cumplir 34 años, José María Gutiérrez 'Guti', ha añadido una dosis más de controversia a su salida, puesto que en la recta final de la temporada pasada prácticamente se despedía de la afición en cada partido -"seguramente este sea mi último Madrid-Barça", pero con la llegada de Mourinho se arrepintió y pidió seguir -"me queda un año más de contrato y quiero seguir"-.
El portugués lo tenía claro: para él ya no era parte del Madrid. Así le ha pasado al de Torrejón con casi todos los técnicos que le han tenido a su cargo. Cada vez que llegaba alguien nuevo al banquillo, Guti tenía que luchar por convencer al técnico de que era algo más que un hombre de banquillo.
Fue Valdano, actual director general del club, el que le subió del filial al primer equipo en la temporada 1995-1996; ese año se hizo con el 14 a la espalda y ya no lo soltó. Los primeros años era uno más y no fue hasta 1999, cuando Del Bosque sustituyó a John Benjamin Toshack, cuando empezó a contar más.
Pero siempre ha llevado el mismo 'sambenito' de jugador displicente que le ha acarreado más de un conflicto con sus entrenadores. El actual seleccionador de España ha sido quien más ha confiado en el 14, pero ha tenido sus dificultades para hacerse un hueco en el once con otros como el propio Toshack, Queiroz, Luxemburgo, López Caro y, por encima del resto, Fabio Capello.
Ahora se pone en manos de Bernd Schuster, quien ya lo tuvo a sus ordenes entre junio de 2007 y diciembre de 2009. Al alemán lo sustituyó Juande Ramos, con quien empezó siendo una de las piezas fundamentales, pero con quien también acabó enfrentado después de que le sustituyera en el Madrid-Atlético de aquella temporada.
Ha conocido tres presidentes: Lorenzo Sanz, Florentino Pérez, el actual, y Ramón Calderón entre las dos etapas del anterior. Pese a que nunca han trascendido declaraciones abiertamente hostiles hacia ellos, Guti no se cortaba cuando se le preguntaba por la llegada de jugadores como Figo, Zidane o Beckham. Él siempre estaba en el punto de mira.
La 'eterna promesa'
El hecho de tener alguien siempre por delante le convertía en la "eterna promesa", otra de las etiquetas con las que ha tenido que convivir el canterano del Madrid. Pese a todo, los 15 años en el Madrid y su amistad con el capitán Raúl González le convirtieron en uno de los pesos pesados del vestuario, para bien o para mal.
Silbado y aplaudido a partes iguales, Guti no dejaba indiferente a nadie. Su fuerte carácter era la fuente de los conflictos y pronto se convirtió en uno de los objetivos favoritos para la prensa 'rosa' por sus continuos cambios de 'look' y su apretada agenda social.
Desde la peineta, acompañado de un "paletos" a los aficionados del Villarreal, pasando por las ya famosas "amapolas" que dedicó a quienes dudaron de su última lesión, la que le apartó del equipo tras el 'Alcorconazo'.
La última muestra de cómo ha sido su relación habitualmente con los entrenadores es Manuel Pellegrini. El chileno le apartó del equipo tras la debacle copera y le rescató en el tramo final como revulsivo en victorias clave, como la conseguida en Riazor con el archirrepetido taconazo a Benzema o su aportación en la remontada frente al Sevilla en el Bernabéu.
A las buenas, bien. Pero a las malas, sale el carácter de Guti y no se libran ni sus propios compañeros, como tras la eliminación en Champions frente al Olympique de Lyon, cuando el canterano criticó el exceso de "individualidades" en el equipo, que algunos interpretaron como un dardo hacia Cristiano Ronaldo.
Además de las frases lapidarias, en lo meramente futbolístco deja momentos de clase como el ya mencionado taconazo, así como pases imposibles, goles de vaselina y mucha clase, demasiado intermitente para sus críticos.
Sus números en el Madrid
- Partidos jugados: 498
- Goles marcados: 71
- 5 títulos de Liga: (1996-1997, 2000-2001, 2002-2003, 2006-2007 y 2007-2008)
- 4 Supercopas de España: (1997, 2001, 2003 y 2008)
- 3 Copas de Europa: (1998, 2000 y 2002)
- 1 Supercopa de Europa: 2002
- 2 Intercontinentales: 1998 y 2002