Enlaces accesibilidad
Champions League | Análisis

Nos esperan muchos "partidos del siglo"

Por
Xavi marcó el quinto gol del Barça, que acababa con las esperanzas del Shakhtar de lograr la remontada en Ucrania
Xavi marcó el quinto gol del Barça, que acababa con las esperanzas del Shakhtar de lograr la remontada en Ucrania

Tres eliminatorias de cuartos casi decididas. Aunque el casi en Europa y a estos niveles debe ratificarse, de ahí que me gusten los mensajes de prudencia que llegan desde Madrid y Barcelona. 

El Real Madrid tenía el martes una cita para reencontrarse con su historia más potente, la Champions. Después de siete años sin afrontar un partido de este nivel, las ganas y la intensidad del Madrid se intuían. La duda era si la ansiedad y el rival iban a tener protagonismo en esta cita.

Afortunadamente, desde el principio todo se puso de cara para el Madrid con el gol de Adebayor y la expulsión de Crouch. Mucha ventaja para un partido donde cualquier detalle se antojaba decisivo. Lo vio tan fácil el Madrid de inicio que tardó 45 minutos en tomarle la medida a un equipo que solo buscaba al grandísimo atleta-jugador que se llama Bale. Cada balón largo se antojaba pelligroso y la carencia de ideas en ataque se hacía patente.

El descanso le vino fantásticamente bien al Madrid, que salió con un puntito más de intensidad y de velocidad en la circulación que terminó por hacer sentir al Tottenham que efectivamente estaba con diez. A partir del segundo gol no hubo partido ni la más mínima opción para un equipo inglés al que todas las circunstancias se le habían puesto en contra y al que se impuso finalmente la calidad del Real Madrid.

Cabe destacar la respuesta de Adebayor en ataque, que demuestra que este Real Madrid puede ganar y marcar gol de muchas maneras. Esa es una de las grandes riquezas del equipo blanco, las alternativas ofensivas son innumerables y muchas veces no necesita jugar bien para castigar con el gol. Adebayor tiene una fortaleza y una capacidad física que le hace ser un jugador diferente al resto de delanteros del Madrid, algo que gestiona y dosifica muy bien Mourinho.

Otra noticia importante para el Madrid fue la aparición estelar en un partido de este nivel de un chico joven pero que empieza a dar muestras de su potencial ante este tipo de citas: Di María. Terminaría destacando el rigurosísimo partido de concentración y de dirección del mismo que hizo Xabi Alonso.

Gran resultado para el partido de vuelta y seguramente también para poder gestionar y dosificar el apasionante mes de abril que se le presenta.

FC Barcelona

El Barça transmitía el pálpito de equipo que tiene poco que ganar y mucho que perder en esta eliminatoria, y eso no es algo habitual cuando te juegas unos cuartos de Champions y menos ante un excelente equipo como es el Shakhtar Donetsk, con cuatro delanteros capaces de ser titulares en la mayoría de grandes equipos europeos.

Es por eso que Guardiola nos sorprendió con unas declaraciones poco habituales, alertando a su equipo y al entorno de que no le gustaba ese ambiente de euforia y celebración en el qur parece se habían sumido después de ampliar su ventaja hasta ocho puntos en la liga. Él sabía de las dificultades del rival y el reto y pretendía tener a todo el mundo al cien por cien.

El comienzo del partido dio la razón a Guardiola, a pesar de haber marcado Iniesta muy pronto y de parecer que iba a ser efectivamente un paseo militar. Nada más lejos de la realidad. El Shakhtar consiguió dos cosas: robar muchísimos balones al Barcelona y castigarle con transiciones defensa-ataque rapidísimas. Esa era la mala noticia para el Barça; la buena era que no tuvo reflejo en el marcador en ese elenco de ocasiones y de contras del equipo ucraniano.

Por contra, el Barça conseguía con un gran Alves en ataque (pero flojo en defensa) marcar el segundo gol que reflejaba un 2-0 al descanso. Seguro que Guardiola estaba satisfecho por el marcador, pero no por las sensaciones que transmitía el partido.

En el segundo tiempo se vio a un Barça más intenso con un grandísimo Iniesta y con una circulación de balón mucho más segura que en la primera mitad, consiguiendo ampliar el resultado hasta un 5-1 que se antoja suficiente para la vuelta. Pero no duden de que la alerta para el mismo sonará en el equipo culé, porque es la única manera de afrontar este tipo de partidos. Hasta que pase el último cura no temina la procesión.

Y por el premio final merece la pena que tanto Barça como Madrid mantengan la intensidad dentro de una semana.

Resto de equipos

La gran sorpresa de la jornada ha sido el triunfo del Schalke de Raúl en Milán. Algo curioso después de que el equipo de Leonardo se adelantara dos veces en el marcador y algo más curioso cuando se trata de un equipo que es el actual campeón de europa.

Pero mi sensación es que se enfrentaron dos equipos donde uno transmitía felicidad y pasión por jugar ese partido, queriendo todos sus jugadores ser protagonistas de una jornada histórica para ellos, ante otro que -y también es una sensación- menospreció el nivel del rival y el nivel de exigencia de unos cuartos de final,  esté quien esté en frente.

Esto hizo que se marcara una tendencia tremendamente al alza para el Schalke y por contra fuera una carrera de obstáculos para un Inter que malogró dos ventajas, cometiendo muchísimos errores defensivos y permitiendo que un grandísimo Raúl siguiera aumentando su leyenda en este campeonato.

El fútbol es generoso con el que todo lo entrega y seguro que habrá alguien que dé tanto como raúl, pero no más. El fútbol le tenía reservada una gran sorpresa a un jugador que se lo merece.

Terminando, el duelo inglés ha sido y será la eliminatoria más igualada de todas. Vencio 0-1 el Manchester pero bien pudo haber sido al contrario. Muchísima intensidad, gran despliegue físico de ambos equipos y grandes jugadores en el campo.

Fernando Torres fue protagonista en casi todas las acciones ofensivas de su equipo,  pero le faltó lo mismo que al resto de sus compañeros: el gol. En frente se encontraba un brillante Van der Sar y un tal Rooney, que no suele perdonar.

A pesar de este resultado, el factor campo entre equipos ingleses tiene poca relevancia y simplemente se parte de un gol de diferencia entre ambos. Las espadas están en todo lo alto.