El Olympique de Lyon gana por la mínima al APOEL
- Los franceses consiguieron imponerse en casa a la revelación del torneo (1-0)
- Un gol de Lacazette en el 57, único tanto del partido
- Datos y estadísticas del O. Lyon 1-0 APOEL Nicosia
Ficha técnica:Ficha técnica:
1 - Olympique Lyonnais: Lloris; Réveillére, Bakary Koné, Cris, Cissokho; Gonalons, Kallstrom; Ederson (Gourcuff, min. 70), Lakazette (Briand, min. 58), Bastos; Lisandro.
0 - APOEL Nicosia: Chiotis; Poursaitides, Kaká, Morais, Paulo Jorge; Hélder Sousa (Marcinho, min. 70), Hélio Pinto, Charambides (Manduca, min. 81), Boaventura; Trickovski, Aílton (Solari, min 65).
Gol: 1-0, min. 57: Lakazette.
Árbitro: Paolo Tagliavento (ITA). Mostró cartulina amarilla a Pinto (min. 51) y Marcinho (min. 88). Ambos quedan suspendidos para el partido de vuelta.
Incidencias: Asistieron unas 31.000 personas al partido correspondiente a la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio de Gerland.
El Olympique Lyon dio un gran paso hacia los cuartos de final de la Liga de Campeones al hacer valer su mayor experiencia en la competición imponiéndose por la mínima al APOEL de Nicosia en el partido de ida de octavos.
El conjunto francés celebró su victoria número cincuenta en la máxima competición europea de clubes gracias a un valioso gol de Lacazette, una joven promesa de la cantera lionesa. Mucho va a tener que mejorar el APOEL para poder seguir soñando con continuar su aventura, sobre todo en las labores ofensivas.
El técnico lionés, Remi Garde, apostó en su once inicial por la experiencia, al alinear a Cris en defensa, y por la prudencia al colocar en solitario en punta a Lisandro, dejando en el banquillo a Gomis. En cuanto al conjunto chipriota no hubo sorpresas. Jovanovic colocó a Sousa, recién fichado en el mercado invernal, detrás de Aílton, su principal artillero recién recuperado de una lesión.
En los primeros minutos del partido se vieron perfectamente las intenciones del APOEL: encerrarse en defensa y esperar a poder armar contraataques. Para el Olympique era la situación ideal ya que su punto débil es la defensa y su objetivo era no encajar goles. Al no verse presionado atrás se dedicó a asediar el área de Chiotis con Lacazette al frente.
Fue el joven canterano lionés el primero en contar con una ocasión clara de gol con un fuerte disparo que se le fue ligeramente alto desde la frontal del área (min. 30).
Con Lisandro más fallón que de costumbre y permanentemente en el suelo, fue de nuevo Lacazette quien a falta de cinco minutos para el descanso tuvo en sus botas el ansiado gol lionés. Su disparo esta vez fue entre los dos palos y obligó a Chiotis a efectuar una espectacular parada.
El APOEL, con Souza a la batuta los escasos minutos en los que tuvo posesión de balón, alcanzó el área de Lloris con gran dificultad y sin peligro dado que Aílton estuvo siempre bien vigilado por Cris y Koné.
Falta de acierto
Tras el descanso se repitió la misma dinámica de juego y a los dos minutos Ederson a punto estuvo de inaugurar el luminoso. El brasileño tras recibir un pase largo de Bastos se quedó sólo ante Chiotis a quien dribló sin dificultad. Si su disparo raso no entró en la portería fue porque Paulo Jorge lo interceptó prácticamente en la línea de gol.
El Olympique empezaba a perder la paciencia. Controlaba el juego, llegaba con facilidad al área chipriota, pero no conseguía materializar sus ocasiones. Fruto de esa ansiedad nació el único gol del partido. Cris, que rara vez se aventura al ataque, salvo en los córners, hizo un slalom en el centro del campo hasta pisar el área. Entonces le cedió el balón a Lacazette y éste armó un derechazo que superó por alto al meta chipriota. Con una pizca de fortuna puesto que su disparo lo desvió ligeramente Paulo Jorge.
Para tratar de dinamizar aún más el juego lionés y ampliar la cuenta goleadora, Garde, dio entrada a Briand y Gourcuff, por Lacazette y Ederson, que lo habían dado todo.
Sin embargo, el APOEL aguantó el tipo y no se desmoronó. Es más, a falta de tres minutos para el final Manduca estuvo cerca de empatar el partido al enviar un misil cruzado que obligó a Lloris a efectuar una espectacular parada.