El Ros Casares supera al Rivas en una vibrante e histórica final de Euroliga (52-65)
- El partido no se decantó para ninguno de los dos lados hasta el último cuarto
- Las madrileñas acusaron demasiado el esfuerzo físico en la segunda mitad
- La actuación de la americana Maya Moore en los últimos minutos fue clave
- Las valencianas se proclaman campeonas después de rozarlo en 2007 y 2010
Ficha Técnica:
52 - Rivas Ecópolis (18+19+11+4): Aguilar (7), Carson (8), Cruz (7) Jones (14), Nicholls (7) -cinco titular- Valdemoro (6), García (2) y Pirsic (1).
65 - Ciudad Ros Casares Valencia (20+13+18+14): Domínguez (13), Moore (8), Jackson (4), Lyttle (18), Wauters (12) -cinco inicial- Veselá (2), Yacoubou (8), Palau (-), Murphy (-) y Honti (-).
El Ros Casares se ha impuesto al Rivas Ecópolis (52-65) en la final española de la Euroliga de baloncesto y consigue así su primer trofeo en esta competición después de caer en las finales de 2007 y 2010.
El equipo valenciano sucede al Perfumerías Avenida en lo que supone la cuarta victoria de un equipo español en la máxima competición europea del baloncesto femenino, después de los triunfos del Godella (1992 y 93) y del Perfumerías Avenida de Salamanca (2011).
El Ciudad Ros Casares Valencia saltó a la pista dispuesto a imponer su guión de la mano de una escurridiza Silvia Domínguez. Tres canastas casi consecutivas de la base dispararon al equipo valenciano, que encontró en Ann Wauters a una eficaz referencia interior y se hizo así con las primeras ventajas. Fue Anna Cruz quien sacó al Rivas de su aturdimiento inicial. Un par de acciones de la escolta dieron tiempo a que despertaran las estadounidenses Essence Carson y Asjha Jones. Lo hicieron con tiros abiertos que sacaron de su sitio a la defensa del Ros y permitieron al conjunto madrileño igualar el choque (28-28, m.15).
El encuentro entró en un intercambio de canastas que el equipo de Roberto Íñiguez trató de romper imponiendo su físico. Pero tres faltas en ataque consecutivas, dos de ellas de una Yacoubou que estaba dominando los aros, alteraron sus planes y allanaron el camino al Rivas, que se puso por delante por primera vez con dos canastas seguidas de Elisa Aguilar (32-28, m.17).
Con su equipo totalmente atascado en ataque y negado en el tiro exterior, Sílvia Domínguez asumió de nuevo la responsabilidad de las valencianas y evitó con acciones individuales que el castigo fuera mayor antes del descanso, aunque Nicholls permitió al Rivas irse al vestuario con una inesperada renta (37-33, m.20).
El descanso no alteró el guión. El Rivas, con las ideas ofensivas muy claras y acertado en el tiro de media distancia, no dejó de sumar. Bien dirigido por Elisa Aguilar, agujereó una y otra vez la endeble defensa valenciana y supo encontrar de nuevo a Jones. Sólo las acciones individuales de Sancho Lyttle sostenían a un noqueado Ros Casares.
Íñiguez cambió la cara de su equipo cuando estaba contra las cuerdas. Volvieron a la pista Palau, Murphy, Veselá y Yacoubou, y el Ros Casares mejoró, su intensidad defensiva se multiplicó, sacó así partido de los puntos de Lyttle con un parcial 0-8 y recuperó el mando del marcador (48-51, m.30).
El Rivas se atascó y por más que Miguel Méndez buscó soluciones en su banquillo, no las encontró. Llegó entonces el momento de Maya Moore que, con seis puntos seguidos, abrió la brecha definitiva en el marcador. Los minutos finales fueron un suplicio para el conjunto madrileño, que se mostró incapaz de anotar y que vio como la defensa del Ciudad Ros Casares dio su primer título de Euroliga al conjunto valenciano en su tercera final.
Herederas del histórico Dorna Godella
El Dorna Godella fue el primer equipo español que se proclamó campeón de la entonces llamada Copa de Europa y sigue teniendo el mejor palmarés de nuestro país ya que lo consiguió en dos ocasiones, en 1992 en la ciudad italiana de Bari y en 1993 en la histórica final disputada en el pabellón Pla de l'Arc de Lliria.
Cuando desapareció en el verano de 1996, su plaza en la Liga Femenina se la quedó el Pool Getafe mientras que sus categorías inferiores se agruparon en el Popular Bàsquet Godella, que creó también un equipo sénior que en la campaña 1997-98 comenzó a jugar en la máxima categoría del baloncesto español. En el verano de 1999 la empresa Francisco Ros Casares entró en la entidad y se hizo cargo de la misma adquiriendo su actual denominación de Ros Casares Valencia.
Después de una temporada de transición, en la que se estrenó en Europa en la Copa Ronchetti, en la campaña 2000-01 empezaron a llegar los primeros éxitos nacionales del equipo valenciano y con ellos las primeras participaciones en la Euroliga. Al mismo tiempo que consolidaba su hegemonía en España, comenzó a forjarse la obsesión por establecerse en la elite continental y conseguir, a imagen del Dorna Godella, el máximo trofeo europeo. Con ese objetivo llegó al club Carme Lluveras, que desde hace años es la directora general del club y su principal responsable.
En este tiempo, el club valenciano había estado a punto de lograr su gran sueño en dos ocasiones. La primera fue en 2007, al clasificarse por primera vez para la fase final de la Euroliga, que se jugaba entonces con cuatro equipos. Pero en Moscú, con Manolo Real en su banquillo, tras superar al Bourges francés en semifinales, no pudo dar la sorpresa en la final ante el Spartak.
Tres años después, todo parecía preparado para que el club valenciano lograra el título europeo. Con el veterano Isma Cantó en su banquillo, el club parecía haber conseguido la ansiada estabilidad y fue el anfitrión de la Final a Cuatro de 2010 en la que que se deshizo del Wisla Can Pack en semifinales pero en la que, pese al empuje de una Fonteta con casi ocho mil espectadores, no pudo evitar que el Spartak se proclamara nuevamente campeón.
La temporada pasada el golpe fue casi igual de duro porque aunque se clasificó para la fase final no pudo superar las semifinales, en las que cayeron eliminados ante su eterno rival, el Perfumerías Avenida de Salamanca, que finalmente se proclamó campeón y sucedió al Dorna como segundo equipo español en coronarse campeón de la máxima categoría del baloncesto europeo.
Con su triunfo en Turquía, el club valenciano se ha unido al club de sus orígenes y a su gran enemigo deportivo en el palmarés de la Euroliga y ha logrado así hacer realidad el gran sueño de su existencia. Ahora deberá comenzar a soñar de nuevo.