Tony Martin revalida el título tras doblar a Contador
- El alemán, vigente subcampeón olímpico, suma su segundo oro en la crono
- El estadounidense Taylor Phinney fue segundo y el bilorruso Kiryienka, tercero
- Alberto Contador, que fue doblado por Martin, acabó en novena posición
Clasificación mundial contrarreloj:
1. Tony Martin (GER) 58:38.76
2. Taylor Phinney (USA) a 5.37
3. Vasil Kiryienka (BLR) a 1:44.99
4. Tejay Van Garderen (USA) a 1:49.37
5. Fredrik W. Kessiakoff (SWE) a 1:50.56
6. Dmitriy Gruzdev (KAZ) a 1:56.44
7. Jan Barta (CZE) a 2:12.49
8. Alex Dowsett (GBR) a 2:26.06
9. Alberto Contador (ESP) a 2:30.00
10. Adriano Malori (ITA) a 2:40.54
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22. Jonathan Castroviejo (ESP) a 3:23.38
El ciclista alemán Tony Martin revalidó el título mundial contrarreloj tras ganar este miércoles en Valkenburg (Holanda) después, incluso, de doblar al español Alberto Contador, que salió por delante de él.
Martin no defraudó a quienes le señalaban como principal favorito para ganar la crono y marcó un tiempo oficioso de 58:38.76. El alemán, vigente subcampeón olímpico, suma así su segundo oro en contrarreloj después de batir por cinco segundos al joven estadounidense Taylor Phinney, mientras que el bronce fue para al bielorruso Vasil Kiryienka, con 1h00:23.75.
Contador, que partía con esperanzas de luchar por el podio tras vencer en La Vuelta a España, se tuvo que conformar con la novena plaza y un crono de 1h01:08.76.
El otro español participante, Jonathan Castroviejo, undécimo en la pasada edición de Copenhague y noveno en los Juegos de Londres, tan solo pudo terminar en la vigésima segunda posición.
Martin cumple el pronóstico
Nacido el 23 de abril de 1985 en la localidad de Cottbus, el ciclista germano cumplió su papel de favorito ante las bajas de los británicos Bradley Wiggins y Chris Froome y del suizo Fabian Cancellara.
Martin, que fue plata olímpica en Londres 2012 tras Wiggins, ya venció en estos Mundiales de Limburgo junto a su equipo y no perdió la opción de hacer doblete, aunque tuvo que luchar a fondo para superar la resistencia de Phinney.
El alemán, que había sido tercero en esta disciplina en los Mundiales de 2009 y 2010, se manejó bien en un trazado, de 45,7 kilómetros entre Heerlen y Valkenburg, con tres subidas de cierta importancia, la última de ellas el mítico Cauberg.
Fue, como había anunciado el propio Contador, un recorrido de potencia, y en esto el germano marchó sobrado de recursos, sobre todo cuando se había preparado a la perfección.
Además supo repartir los esfuerzos magníficamente. No cedió mucho al principio (4 segundos en el primer control) y fue a más, tanto que en la segunda mitad del recorrido fue cuando comenzó a superar a sus rivales, sobre todo a Phinney, que se resistió a ceder.
Contador, doblado
Contador, que salió entre el norteamericano y Martin, desde el principio comenzó a ceder tiempo y no pudo recuperarlo. Incluso fue doblado por el germano a falta de quince kilómetros.
"Pensaba que Contador sería uno de los máximos aspirantes. Estoy muy sorprendido por haberle doblado", admitió el alemán en la llegada.
El corredor de Pinto (Madrid) se negó a hundirse. Pleno de garra, trató de seguir cerca del campeón mundial todo el tiempo que le fue posible para, a su estela, encontrar un buen ritmo y terminar lo más arriba en la clasificación, lo que le reportó a la postre la novena posición.
Kiryenka aguardaba en la llegada con un mejor tiempo de 1h00:23.75, pero la llegada de Phinney le hizo cambiar de silla al ser el primero que bajó de la hora (58:44.13).
No le duró al estadounidense la alegría mucho tiempo, porque acto seguido se presentó Martin en la meta de Valkenburg para coronarse de nuevo campeón universal con 58:38.76, y Contador fue el último en terminar la prueba, pero ya sin opción de subirse al podio.
La desgracia se cebó con uno de los aspirantes a las medallas, el italiano Marco Pinotti, del BMC. Estaba cuajando una buena contrarreloj, en tiempos de lucha por los puestos de privilegio, pero se cayó al tomar una curva.
Pinotti volvió a subirse a la bicicleta y trató de seguir, pero nada más que pudo hacerlo unos metros. Rápidamente se dio cuenta de que tenía algo serio en su clavícula izquierda. El seleccionador italiano, el excampeón Paolo Bettini, se bajó del coche y no tuvo más remedio que consolar a su pupilo.