El griego Gianniotis revalida el titulo mundial en los 10 kilómetros

• El griego triunfa sobre el alemán Thomas Lurz y el tunecino Ousama Mellouli
• Gianniotis impone su cambio de ritmo en la vuelta final para volver a ganar el oro
• Los españoles Rozas y Snelson acaban en las plazas 27 y 37, respectivamente
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Aguas abiertas 10 Kms. masculino - 22/7

El nadador griego Spyridon Gianniotis revalidó este lunes en los Mundiales de Barcelona el título de los 10 kilómetros de natación en aguas abiertas, al imponerse con superioridad por delante del alemán Thomas Lurz y el tunecino Ousama Mellouli, plata y bronce, respectivamente. [Siga los Mundiales de Natación de Barcelona en directo en RTVE.es]

La victoria se dirimió en la última vuelta del recorrido por el Moll de la Fusta de la capital catalana, en la que el nadador heleno imprimió un cambio de ritmo letal y, con un tiempo de 1:49:11:8, acabó superando a Lurz, plata en los Juegos Olímpicos de Londres, que se quedó a 2,7 segundos de su rival.

A 7,4 segundos terminó Oussama Mellouli -oro en Londres- que se hizo con un disputado bronce, mientras que los españoles Miguel Ángel Rozas y Thomas Snelson acabaron vigésimo séptimo (+1:06:2) y trigésimo séptimo (+1:13:3), respectivamente.

La prueba reina de las aguas abiertas empezó con una salida un tanto desordenada, un hecho que generó cierta incertidumbre entre los nadadores. En estas, la brazada portentosa del tunecino tomó la delantera en las calmadas aguas del mediterráneo barcelonés junto al británico Daniel Fogg, que, en los primeros compases de la carrera, se atrevió a seguir la estela de uno de los máximos favoritos para subirse en lo más alto del cajón del podio.

Mientras tanto, Gianniotis y Lurz aguardaban, pacientes, en la parte trasera del grupo, dejando que los fondistas acostumbrados a entrenarse en piscina marcaran el ritmo de la prueba.

En la primera de las cuatro vueltas al circuito en forma de 'V' por el puerto barcelonés, Mellouli, no acusó el desgaste realizado en la prueba de los 5 kilómetros y marcó, con maestría, los compases de una carrera en la que, pese a la poca corriente del mediterráneo, los golpes y codazos entre los primeros clasificados fueron constantes.

En el ecuador de la carrera, las dudas emergieron entre los nadadores. El tunecino se tomó un respiro y dejó que el australiano Rhis Mainstone-Hodson y Daniel Fogg lideraran durante unos minutos el grupo principal, en el que el canadiense Richard Weinberger -bronce en Londres- vio como los jueces le penalizaban un minuto por saltarse una de las boyas de control.

Pese a ello, Weinberger fue capaz de reintroducirse entre las primeras espadas que vieron como, entre ellos, nadaba el español Miguel Ángel Rozas, que realizó un segundo tramo del recorrido muy digno.

Aparecen los favoritos

Fue justo antes de afrontar la última vuelta cuando se empezaron a vivir los primeros ataques creíbles entre los máximos favoritos. Nadie quería quedarse rezagado. Así, Weinberger y el francés Damien Cattin cogieron el testigo del tunecino y se colocaron en una buena posición para afrontar el final de la carrera con opciones a medalla.

Pero el puñal más fuerte lo clavó la potencia de Gianniotis que, a un kilómetro y medio de meta hizo un cambio de ritmo espectacular que buscaba dejar sin respuesta a sus rivales.

El vigente campeón mundial fue a por todas con sus brazadas demoledoras, mientras Lurz y Mellouli intentaban reaccionar, con más corazón que cabeza, para discutirle la victoria en el esprint final.

Tras el paso por la última boya, Gianniotis volvió a cambiar de ritmo y cortó el grupo principal. Sólo le pudieron seguir Mellouli y Cattin- Vidal, mientras que el subcampeón olímpico Thomas Lurz se quedaba rezagado en la cuarta posición.

Cuando parecía que el bronce y la plata se lo iban a rifar entre el norteafricano y el galo, Lurz sacó a la palestra todas sus fuerzas para imprimir un ritmo infernal que dejó sin respuesta a sus rivales.

El germano, sin embargo, no pudo conectar con la estela del griego, que en las aguas del mediterráneo igualó el récord de Lurz y se convirtió en el segundo nadador que consigue colgarse el oro mundial en las pruebas de 5 y 10 kilómetros.