Dos diplomas, lo mejor de España en los últimos seis Juegos de Invierno
- Javier Fernández, cuarto, y Lucas Eguibar, séptimo, los destacados en Sochi
- Son lo mejor desde la medalla de bronce de Blanca Fernández Ochoa de 1992
- España cerró con un diploma olímpico los Juegos de 2002 y otro más en 2006
España cerró su paso por los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014 con la obtención de dos diplomas olímpicos como hechos más destacados. El cuarto puesto del patinador Javier Fernández y el séptimo del 'snowboarder' Lucas Eguibar son la punta del iceberg de la más lucida participación española en las seis últimas citas olímpicas, desde que Blanca Fernández Ochoa ganó la medalla de bronce en Albertville 1992.
Integrada por 20 deportistas, la delegación española en Sochi fue la más numerosa de la historia y la que, a pesar de lo 'escaso' del saldo, logró en los últimos años los mejores resultados en su conjunto, aunque es difícil llegar a lo de los tres deportistas que acudieron a Sapporo 1972: medalla de oro de Francisco Fernández Ochoa en Eslalon, duodécimo puesto de Aurelio García en esa prueba (completado con un vigesimoquinto en Gigante) y el vigesimonoveno de Conchita Puis en Eslalon.
Con los de Fernández y Eguibar son seis los diplomas olímpicos obtenidos por España a lo largo de la historia, desde que Alfonso de Portago y Antonio Sartorius fueron cuartos en bobsleigh, en los Juegos de Cortina d' Ampezzo de 1956.
Después, llegó el octavo puesto de Raquel Gutiérrez en la prueba de Aéreos de esquí libre en 1992; la sexta plaza de María José Rienda en el Gigante de Salt Lake City 2002; y la cuarta posición de Jordi Font en el cross de Snowboard de Turín 2006.
Dos diplomas tras ocho años
Tras el 'desierto' de Vancouver 2010, en Sochi, el madrileño Javier Férnandez devolvió a España esa esperanza de medalla. Hubiera sido la tercera en la historia olímpica invernal; sin embargo, un salto mal calculado y otros pequeños detalles dejaron al patinador en el cuarto puesto, a 1,18 puntos del sueño del podio, 22 años después. Además, Javier mejoró de forma bestial sobre la decimocuarta plaza de Vancouver 2010.
Lucas Eguibar logró un meritorio séptimo puesto en la prueba de cross en Snowboard. El vasco confirmó en su debut olímpico la progresión que le llevó a ser campeón mundial junior en 2013.
En general, la participación española en Sochi debe considerarse positiva, dentro de la discreción que imponen los medios económicos destinados a ello, las infraestructuras y los practicantes de deportes invernales en nuestro país.
Un valor enorme tiene el décimo puesto de la fondista Laura Orgué en los 30 kilómetros, algo que no se había logrado nunca antes en las pruebas de esquí de fondo. La abanderada española en la Ceremonia de Clausura culminó así la más destacada de las tres participaciones olímpicas en su carrera.
Queralt Castellet firmó un agridulce undécimo puesto en el 'halfpipe' de Snowboard, pero superó el duodécimo, por lesión, de Vancouver 2010 y el vigesimosexto de Turín 2006. Otro tanto puede decirse del puesto 21 de Regino Hernández en 'snowcross', aunque ganó 10 plazas respecto a hace cuatro años.
Sin embargo, supo a gloria el decimotercero de la pareja de Danza, formada por Sara Hurtado y Adriá Diaz. Estuvieron espléndidos en su debut olímpico y confirmaron la décima plaza del Europeo de Budapest; de hecho, en Sochi, Sara y Adriá fueron los octavos europeos clasificados.
Caras y cruces olímpicas
La sexta mejor actuación española vino de otra debutante, Katia Grifftihs, que fue decimosexta en la prueba de 'halpipe' del esquí estilo libre. La anglo- hispana se quedó con 56,60 y rozó su mejor puntuación de esta temporada, además de superar las plazas 19 y 18 que hizo en los mundiales de 2013 y 2011, respectivamente.
Estuvieron con buen tono, para lo que se les puede exigir, los esquiadores Paul de la Cuesta (22º en Supercombinada, 28º en Descenso y 36º en Gigante) y Ferrán Terra (25º Combinada y 34º en descenso), ambos en sus actuaciones más notables de la temporada.
También mejoraron sus participaciones olímpicas el fondista Javier Gutiérrez y el debutante Imanol Rojo, que superó sus resultados en compétición internacional de los dos últimos años; y en Biatlón, Victoria Padial, que ganó 40 plazas de Vancouver 2010 a Sochi 2014, y Víctor Lobo, que se estrenó mejorando sus resultados del último mundial.
Otros debutantes, como el 'snowboarder' Laro Herrero (33º) y el patinador Javier Raya (25º) pasaron con nota su debut olímpico, lo que no pudo lograr el 'inédito' esquiador Pol Carreras, que no concluyó ni el Eslalon ni el Gigante; mientras que Alex Puente cumplió con su plaza 32 del Eslalon.
Sensaciones amargas también para Ander Mirambell y Carolina Ruiz. El piloto de skeleton acabó vigesimosexto, una lesión en la mandibula y la precariedad acabaron con su progresión después de haber sido el número 24 en Vancouver 2010, el 22 en los últimos Campeonatos del Mundo y haber hecho un 'top 20' en una de las pruebas de la Copa del Mundo de esta campaña.
La esquiadora andaluza tuvo un inmerecido adiós olímpico en sus cuartos Juegos, ya que sufrió sendas caídas en las pruebas de Descenso y Supergigante, a las que llegaba con muchas esperanzas tras haber realizado puestos de interés en los descenso de la Copa del Mundo de Lake Louise (Canadá) y Altenmark (Austria).
Para todos ellos, Sochi 2014 ya es historia y, en la mayoría de los casos, un bello recuerdo; para todos será también un acicate y un estímulo para seguir progresando. Como reza el lema olímpico de clausura 'nos vemos en Pyeongchang 2018'.