Enlaces accesibilidad
Atlético de Madrid 4 - Milan 1 | Champions League

El Atlético de Madrid se mete entre los ocho mejores de Europa 17 años después (4-1)

El equipo de Simeone somete al AC Milan en una m

Por
El Atlético de Madrid 'barre' al Milan de la Champions

Ficha técnica:

4 - Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe; Arda (Cristian Rodríguez, m. 78), Gabi, Mario, Koke (Diego Ribas, m. 82); Raúl García (Sosa, m. 72) y Diego Costa.

1 - Milan: Abbiati; Abate, Rami, Bonera, Emanuelson; Essien (Pazzini, m. 69), De Jong (Muntari, m. 79); Poli, Kaká, Taarabt (Robinho, m. 46); y Balotelli

Goles: 

1-0, m. 3: Diego Costa.

1-1, m. 27: Kaká.

2-1, m. 40: Arda Turan.

3-1, m. 70: Raúl García.

4-1, m. 86: Diego Costa.

Hacía casi dos décadas que no figuraba el nombre del Atlético de Madrid en ninguna de las papeletas de la sede de la UEFA el día del sorteo de los cuartos de final de la Champions League. Tocaba por ello cambiar la historia y el equipo colchonero no ha dejado pasar la oportunidad aunque delante estuviera un equipo que posee cinco orejonas en sus vitrinas. [Estadísticas del Atlético de Madrid 4 - Milan 1

El equipo dirigido por el 'Cholo' Simeone ha doblegado a un desdibujado Milan con un marcador que se va a recordar durante muchos años en la Ribera del Manzanares, 4-1 (5-1 en el cómputo global de la eliminatoria), gracias a los goles de Diego Costa (2), Arda Turán y Raúl García.

Era la noche soñada y así lo demostró la hinchada colchonera con el recibimiento que les brindaron a los dos equipos. Noche mágica de Champions en el Calderón con Luis Aragonés y las víctimas del 11-M en la memoria colectiva.

Con esas alas dando impulso, el Atleti arrancó como un vendaval ante el que nada podía hacer el Milan para mantener los pies en el suelo. La tormenta desatada llegaba en forma de gol en la primera ocasión de peligro del partido, en el minuto dos. Koke puso el centro desde la derecha y Diego Costa cazó el esférico, a más de un metro del suelo, con su pie izquierdo.

Con el marcador en contra y con lo que mordía en la presión el equipo de Simeone, al Milan se le ponía la eliminatoria prácticamente imposible. Esta sensación se reflejó durante la primera media hora en la cara de los centrales lombardos (Rami y Bonera), desolados ante la pesadilla en la que se había convertido Diego Costa para ellos.

El primer balón que tocaron las manos de Courtois tardó 24 minutos en rondar el área local. Lo malo es que en el segundo balón que llegó a los dominios del belga, el balón acabó en las mallas.

El Atlético había bajado ligeramente el ritmo por lo que Poli y Kaká fabricaron un gol imitando a Koke y a Diego Costa, con la excepción que el exmadridista usó la cabeza para rematar en el segundo palo (min. 26).

El gol fue un golpe duro de asimilar para el Vicente Calderón y más aún para los jugadores. Estaban ante su tren soñado y un gol más de los italianos les podía dejar fuera sin que el Milan —que confiaba la creación de su juego a dos mediocentros como Essien y De Jong— hubiera hecho nada.

Ese tren estuvo a punto de hacerlo partir dirección al norte de Italia de nuevo Kaká con otro remate de cabeza en el minuto 35. Solo en el área pequeña, el brasileño envió su remate de cabeza alto, a escasos centímetros del larguero. Demasiado sufrimiento inmerecido.

Inmerecido en parte porque gran parte de la culpa del cambio de rumbo la tenía el propio conjunto rojiblanco y su miedo a la hora de salir de su propio campo y dar un paso adelante.

La suerte acompaña cuando más se la necesita

El gol de Diego Costa precedió el dominio local y el gol de Kaká fue la antesala de los mejores minutos visitantes por lo que hacía falta otro tanto para cambiar la inercia. Aunque fuera con fortuna, ese significativo gol llegó antes de que se llegara al descanso, obra de Arda Turán con la colaboración de Rami ya que el disparo desde fuera del área del turco rebotó en el defensa francés.

Tras la reanudación, Seedorf tuvo que poner toda la carne en el asador y mandar a sus chicos que se fueran al ataque, hacían falta dos goles más y por ello introdujo en el césped a Robinho primero y a Pazzini después.

Sin embargo, como tantas otras veces, el meter jugadores de ataque no asegura el crear ocasiones. Tan sólo se vio un tiro de Robinho al que respondió Courtois con agilidad. Todo un camino despejado para el Atlético, que sentenció, a 20 minutos del final, con un cabezazo de Raúl García a centro de Gabi.

Un larguero de Robinho fue la respuesta del Milan, hundido con el 4-1 posterior de Diego Costa (su séptimo gol en cinco partidos) y ya incapaz de poner en duda la plaza del Atlético en los cuartos de final de la Liga de Campeones, un nuevo reto para un equipo que también impone su enorme ambición, competitividad y firmeza en el mejor torneo del continente.

Para el partido de ida no podrá contar Simeone con el mejor del duelo, Raúl García, ya que el navarro vio una tarjeta amarilla. Esa fue la única nota negativa de una noche mágica, y rojiblanca.