El Real Madrid cae derrotado frente al Maccabi en la final de la Euroliga
- El conjunto israelí decide una igualada final en la prórroga (86-98)
- El base Turese Rice lidera a su equipo con 26 puntos (14 en el tiempo extra)
- Estadísticas del Real Madrid 86 - Maccabi Electra 98
Ficha técnica:
86 - Real Madrid (16+19+20+18+13): Llull (-), Darden (7), Rudy Fernández (15), Mirotic (12), Bourousis (12) -cinco inicial- Reyes (12), Sergio Rodríguez (21), Slaughter (2), Mejri (-), Carroll (5) y Díez (-).
98 - Maccabi Electra Tel Aviv (15+18+20+20+25): Ohayon (4), Hickman (18), Smith (15) Pnini (-), Schortsanitis (9) -cinco inicial- Tyus (12), Blu (14), Rice (26) e Ingles (-).
No ha podido ser, y además por segundo año consecutivo. El Real Madrid no ha podido ganar una final de Euroliga en la que todos le daban como favorito ante el Maccabi Electra de Tel Aviv. A pesar de que los de Laso consiguieron forzar la prórroga, el equipo israelí demostró en esos minutos decisivos más lucidez y la 'Final Four' se va para Israel. [Estadísticas del Real Madrid 86 - Maccabi Electra 98
Ahora al Real Madrid le toca mirar a la lucha por la Liga Endesa y a prepararse, como ya hizo el año pasado cuando cayó ante Olympiacos, para estar en la próxima final, que se disputará en la capital de España.
Rudy y Felipe lideran al Madrid en la primera mitad
La final ha estado caracterizada desde que se lanzó el balón al aire por la intensidad sobre el parquet. Un arma que para el Maccabi era el único camino para imponerse a un equipo con el que ya ha caído derrotado dos veces esta temporada.
El Madrid golpeó primero. Como dicen la regla no escrita, 'la primera canasta tiene que ser nuestra', Rudy Fernández se aplicó para romper el 0-0 con un triple espectacular. La réplica en el equipo israelí la ponía Sofoklis Schortsianitis, autor de los cuatro primeros puntos macabeos.
El marcador se caracterizó por la igualdad en los primeros compases hasta que un parcial de 9-0 para el Real Madrid permitió a los blancos colocarse 16-13 y cerrar el primer por delante (16-15). Y todo sin el 'MVP' del torneo en el campo ya que Sergio Rodríguez contempló todo el primer cuarto desde el banquillo.
La entrada del canario en la pista impulsó a su equipo. Gracias a un canastón del omnipresente Rudy Fernández (10 puntos y 4 rebotes en los dos primeros cuartos, que jugó enteros) y a un triple del 'Chacho', los blancos abrieron brecha en el marcador (21-13).
Se vio a partir de entonces a un Real Madrid muy cómodo sobre la cancha italiana. A esa comodidad ayudó que el Maccabi vivió unos minutos negado de cara al aro.
Otro de los factores a destacar, y mucho, fue la aportación extraordinaria —como siempre en las grandes citas— de Felipe Reyes. El capitán dio un recital anotador y en el rebote y se fue al descanso con 12 puntos y cuatro rebotes —en apenas doce minutos en cancha— en el casillero particular.
La afición del Maccabi tiñe de amarillo las gradas
El Real Madrid era el local en la final pero parecía que se jugara en el propio Israel. El pabellón Mediolanum de Milán estaba teñido de amarillo debido a la superioridad de los aficionados de Maccabi. Ese empuje lo notó el equipo dirigido por David Blatt que supo apretar los dientes y acercarse en el marcador antes de que acabara un segundo cuarto que concluyó 35-33.
La empresa no iba a ser fácil, para los de Laso, de hecho los israelíes consiguieron volver a ponerse por delante en el tercer cuarto gracias a su confianza a la hora de ir a buscar el rebote y al acierto desde la línea de tres puntos. Especialmente a cargo del alero Devin Smith.
Cuando llegó el final del tercer cuarto el partido estaba donde quería el Maccabi, con un tanteador bajo: 55-53 a favor del Real Madrid.
Gran Maccabi en los últimos quince minutos
El último cuarto arrancó con un triple de Sergio Rodríguez, líder de los blancos ya a esas alturas. Era un buen arranque al que había que unir que los visitantes se cargaban de faltas demasiado rápido. Especialmente su pívot estrella Schortsianitis que abandonó la cancha antes de que se cumplieran los cinco minutos del cuarto.
Para suplir a 'Baby Shaq' emergió la figura inconmensurable de Tyrese Rice. El base logró meter a su equipo en la pelea por el partido con dos canastas consecutivas y espectaculares e igualar el partido (67-67) a falta de tres minutos para el final.
El Madrid no supo responder al empuje del Maccabi. Ni siquiera cuando lograron empatar el partido en la última jugada y llevar la final a la prórroga. Los cuatro cuartos reglamentarios concluyeron con un marcador de 73-73.
En ese tiempo extra nadie supo como frenar a Rice (dos triples y cuatro tiros libres casi consecutivos) y lo peor de todo, nadie veía aro. Los primeros seis primeros puntos blancos llegaron desde la línea del tiro libre.
Tanto fallo y tanta permisividad ante Rice decantó la final y hundió a un equipo al que la final no ha hecho justicia con la competición que ha realizado. El Maccabi de Tel Aviv por su parte ha sumado su sexto título de campeón de Europa.
El Barça se consuela con el tercer puesto (93-78)
El FC Barcelona encontró consuelo (93-78) ante el CSKA Moscú en la final de consolación de la 'Final Four' de la Euroliga, donde los de Xavi Pascual se hicieron con el tercer puesto del continente gracias a un gran y trabajado partido en el que contaron con el liderazgo del capitán Juan Carlos Navarro (20 puntos).
Tras la humillación en semifinales ante el Real Madrid, el conjunto culé sacó el orgullo para hacerse doblegar con autoridad al equipo moscovita, que también llegaba dolido por su derrota 'in extremis' ante el Maccabi Electra. Los catalanes se despidieron de Europa con victoria, ante el mismo equipo que les dejó sin esa sensación en el tercer y cuarto puesto del año pasado.
A partir de un primer cuarto igualado (21-24), el Barça comenzó a tomar las riendas del encuentro con la aparición de la 'Bomba' y Lampe, quien terminó con 17 puntos. El dominio bajo los aros y la tremenda eficacia del capitán, que terminó batiendo el récord de triples en la historia de la 'Final Four' (31), catapultó a los de Pascual con un parcial de 20-11 que lograron maquillar los rusos antes del descanso (50-47).
El festival desde el perímetro de Navarro siguió tras el descanso. Mandando en el marcador, el Barcelona se encontró cómodo sobre el parqué italiano y dominó el partido durante la segunda mitad. La presencia de Dorsey, que ya colaboró en la faceta anotadora en la primera mitad, en defensa, y la dirección de Huertas permitieron un final cómodo para los de Pascual, que tendrán ahora que pensar en el asalto liguero.