Enlaces accesibilidad
Paralímpicos 2016

Río clausura sus Juegos Paralímpicos sin alardes

Por
El apagado del pebetero marca el fin de los Juegos Paralímpicos

Río de Janeiro pone el cierre a los Juegos Paralímpicos con una ceremonia dedicada a la diversidad y la integración. Después de las dudas por la situación política y económica del país, el evento deportivo finalmente concluye superando las dificultades.

Paralímpicos, la fuerza de hacer lo imposible posible

Una ceremonia tan cálida como austera, donde la música fue la gran protagonista -a veces hasta en exceso-, convirtiendo el estadio de Maracaná en un gran concierto en el que se rindió homenaje a los atletas paralímpicos. No se la quiso perder la lluvia, que como ocurriera en la clausura del 21 de agosto hizo acto de presencia por momentos.

La abanderada española fue Michelle Alonso, campeona en los 100m braza SB14. Aunque no hubo desfile de delegaciones, porque la idea de la organización fue que todos los deportistas estuvieran mezclados o, mejor dicho, integrados.

Las mejores imágenes de los Paralímpicos de Río 2016

Muestra de esa inclusión, la actuación de acróbatas en silla de ruedas y los solos de guitarra de Jonathan Bastos, que tocaba con sus pies al faltarle los brazos.

A pesar del ambiente festivo, para la delegación española la despedida fue agridulce al saberse que David Casinos no fue uno de los seis elegidos para el Consejo de Deportistas, del que sale Teresa Perales sale al cumplirse los ocho años de su presencia en el mismo.

Teresa Perales, la española más laureada, se lleva cuatro medallas de Río

Al igual que ocurriera en la ceremonia de apertura, uno de los momentos protocolarios más espectaculares fue la bienvenida a Tokio 2020, con la modelo amputada Gimico como imagen de los Juegos Paralímpicos nipones.

Río pasa el testigo de los Juegos Paralímpicos a Tokio

No faltó el recuerdo al ciclista iraní Bahman Golbarnezhad, fallecido en la jornada anterior durante la prueba de fondo en carretera. Fue en el turno de los discursos, donde se pidió un minuto de silencio en su memoria.

A partir de ahí se sucedieron unos casi interminables minutos musicales hasta que llegó el momento de apagado del pebetero, acompañado igualmente de la voz de Yvete Sangalo.

Hasta siempre, Río, dentro de cuatro años Tokio dará la bienvenida a la fiesta olímpica.