Doncic da la victoria al Real Madrid en el último minuto
- El balcánico decidió la contienda con dos canastas desde más allá de 7 metros
- El trabajo en defensa de Gustavo Ayón y Jonas Maciulis resultó también clave
Ficha técnica:
96 - Real Madrid (25+24+25+22): Doncic (17), Maciulis (10), Reyes (12), Ayón (14) y Carroll (3) -equipo inicial-, Randolph (11), Rudy (7), Hunter (10), Nocioni (6), Taylor (2) y Draper (4).
91 - Zalgiris Kaunas (22+27+20+22): Pangos (19), Westermann (6), Seibutis (2), Jankunas (13) y Lima (4) -equipo inicial-, Lekavicius (5), Motum (17), Javtokas (2), Milaknis (11), Kavaliauskas y Ulanovas (12).
Luka Doncic fue el gran protagonista de la sufrida victoria del Real Madrid ante el Zalgiris Kaunas por 96-91 al conseguir anotar dos triples consecutivos, desde más de 7 metros y en el último minuto.
Doncic, autor de 17 puntos, fue la mano ejecutora, pero no hubiera servido de nada tanta calidad y efectividad sin el gran trabajo del mexicano Gustavo Ayón y del lituano Jonas Maciulis, que sostuvieron al equipo en defensa en momentos críticos.
En los primeros diez minutos los ataques se impusieron claramente a las defensas y el parcial de 25-22 lo demuestra. Kevin Pangos, en los primeros minutos, fue el estilete de un Zalgiris que jugó directo al aro y con mucho tiro exterior. El capitán Felipe Reyes fue el más acertado en un Madrid que no supo ajustar la defensa para evitar los lanzamientos de los lituanos y que fue por detrás en el marcador durante casi todo el cuarto.
No le fueron mucho mejor las cosas al Madrid en el segundo acto, ya que el Zalgiris siguió con una magnífica puntería y volvió a anotar 4 triples, ahora de 7 intentos, para un fenomenal 61.5 % de acierto desde los 6,75 metros en los primeros veinte minutos de juego, con Pangos (3 de 4) y Arturas Milaknis (3 de 5) entre los destacados.
Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, tuvo que recurrir a uno de sus quintetos más agresivos en defensa, con Andrés Nocioni y Othello Hunter bajo los aros y Rudy Fernández, Jonas Maciulis y Luka Doncic en posiciones exteriores.
De nuevo al final del cuarto el equipo español pudo enjugar algo la diferencia y marchar a vestuarios con el partido igualado, 49-49.
Controlados los rebotes (18-13 a favor del Madrid), tapar los tiros lituanos y afinar la puntería propia fueron claramente los aspectos a mejorar para los locales.
El Madrid salió más centrado en la tarea en el tercer cuarto y marcó un 5-0 de salida (54-49) en los primeros tres minutos. Eso unido, o como consecuencia, a la menor efectividad de los lanzamientos de los bálticos se tradujo en un 59-51 (min.23.45), con un parcial de 10-2.
La labor del mexicano Gustavo Ayón y Reyes atrás, unido al gran trabajo de Maciulis y Doncic, comenzó a desnivelar la balanza. Aunque el buen trabajo de los lituanos, desprovistos de la vitola de favoritos pero que están compitiendo con algo más que dignidad, les permitió seguir enganchados al partido y llegar al final del tercer cuarto con un incierto 74-69.
Otro parcial de 5-0 en los dos primeros minutos del último acto, 79-69, permitió al Madrid alcanzar la decena de puntos de ventaja por primera vez en el partido, aunque el Zalgiris reaccionó de inmediato con un 0-6 en poco más de los dos minutos siguientes para un 79-75.
Laso devolvió a pista a Maciulis, Ayón y Doncic con 81-77 y cinco minutos por delante. Leo Westermann clavó un triple asesino, 81-80, para sembrar la incertidumbre en las gradas y el entrenador del Real Madrid también llamó al capitán, a Reyes.
Lukas Lekavicius anotó otro triple y el Zalgiris se puso por delante, 81-83 (min.36.10). Rudy empató con dos tiros libre y un robo de Ayón y posterior contraataque y canasta del mexicano, permitieron al Madrid volver a tomar la delantera por 85-83 a falta de tres minutos.
Entonces, poco antes de llegar al último minuto y nada más cumplirse, llegó el momento Doncic con dos triples consecutivos desde más de siete metros que fueron dos dagas en el corazón de los lituanos, de las que no se pudieron recuperar.
El Madrid ganó por 96-91, pero volvió a sufrir hasta el final. Menos mal que el triple de Rudy, que no entró en el tiempo reglamentario, no hizo falta.