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Mundial balonmano 2019 | Dinamarca 31-22 Noruega

Dinamarca impone su hegemonía colgándose el oro que le faltaba

  • Los anfitriones se coronan en Herning reyes mundiales por primera vez en su historia a costa de Noruega (31-22)
  • Francia se cuelga el bronce tras vencer in extremis a Alemania en la final de consolación (25-26)
  • Las claves del Mundial 2019 de los Hispanos, por Felipe Fernández

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Dinamarca aplasta a Noruega y se proclama campeona del mundo de balonmano

Habían reinado dos veces en Europa y en Río 2016 se bañaron en oro olímpico pero nunca habían ganado un Mundial de Balonmano. En su casa y ante un país entregado al deporte del balonmano, Dinamarca ha demostrado que su tiranía continúa al proclamarse por primera vez en su historia campeona del Mundial 2019. [Las claves del Mundial 2019 de los Hispanos, por Felipe Fernández]

Era la cita soñada por los daneses pero les rodeaban los fantasmas de aquellas finales perdidas en Suecia (2011) o en España (2013) y, sobre todo, de aquella final del Europeo 2014, también en Herning, contra Francia. [Ver: Final del Mundial 2019 A la Carta en RTVE.es

No con todo un pabellón sino con todo un país empujando -la televisión danesa está haciendo medias del 80% de cuota de pantalla durante este Mundial-, entraron los daneses al partido convencidos de que era su día.

En ataque no sorprendieron a nadie, son un rodillo que domina todos los aspectos del juego: el ataque en estático, el contragolpe, el lanzamiento exterior o el juego con los pivotes y extremos. Lo que sí sorprendió fue lo finos que hilaron en defensa durante toda la primera parte.

El entramado era tan complejo que ni el mejor cerrajero, Sander Sagosen, conseguía descifrar los códigos. Además del armazón, en esta final se vio al mejor Niklas Landin. El guardameta hizo enloquecer al Boxen de Herning con hasta cinco paradas de 16 lanzamientos al descanso. El marcador en el intermedio reflejó la superioridad danesa: 11-18.

Nada que hacer para los noruegos en la segunda parte

La empresa era difícil y solo una concatenación de errores podía hacer que Noruega se reenganchara a la pelea. Sagosen trató de tirar del carro pero hoy sus pases de gol no llegaban como en semifinales, además el lateral Mangus Rod (renqueante desde el viernes) no pudo ayudar con sus latigazos como frente a Alemania porque aún arrastraba molestias (2 goles).

Otro Landin, el extremo Magnus puso el 15-25 para los daneses cuando el reloj marcaba tan solo el minuto 46 con lo que la final estaba prácticamente resuelta. Los espectadores en el Boxen decidieron desde entonces seguir el espectáculo de pie.

Recordaba la final a aquella que sufrieron los propios daneses en el Sant Jordi contra España en 2013. El anfitrión fue un rodillo y en los últimos diez minutos ya se estaban preparando los cohetes porque la diferencia de goles era mayúscula. 19-30 indicaba el electrónico del Boxen en el minuto 55.

Victoria 22-31 y gloria para un conjunto que ha demostrado estar a otro nivel en todo el campeonato, especialmente en los partidos importantes y que además de ser coral, tiene a dos jugadores capaces de marcar la diferencia por ellos mismos, el portero Niklas Landin (12 intervenciones exitosas) y, sobre todo, Mikkel Hansen (7 goles).

Francia, bronce tras vencer in extremis a Alemania

En el partido que precedió a la finalísima, el del tercer y cuarto puesto, la selección gala se impuso sobre la vecina al otro anfitrión, a Alemania, tras un duelo muy igualado.

Un gol de Nikola Karabatic sobre la bocina en el partido por el tercer y cuarto puesto entre Francia y Alemania ha dado a los galos la medalla de bronce del Mundial de balonmano 2019.

Después de 59 minutos de intercambio de metralla entre franceses y alemanes, el partido llegó al último minuto empatado a 25. Francia tenía la posesión pero perdió el balón y permitió que Alemania pudiera disponer del último ataque. Sin embargo a los teutones les pudo la presión y también perdieron el balón con apenas cinco segundos de partido por delante.

Los suficientes para que la bola llegara a las manos de Nikola Karabatic y este perforara la portería alemana sobre la bocina. Los árbitros portugueses, impecables en todo el partido, acudieron al VAR y certificaron que el gol había entrado en tiempo. La fiesta se volvió de color azul pese a que el abarrotado pabellón de Herning mostrara su descontento por ver triunfar de nuevo a Francia en el Jyske Bank Boxen, como en aquella final del Europeo 2014.