Dalilah Muhammad, la reina de un 'desierto' llamado Khalifa
- La estadounidense batió el récord del mundo de 400 vallas y su país el de 4x400 mixtos en un Mundial sin público
- Orlando Ortega brilló con un bronce en una delgación española que mejoró su actuación de Londres 2017
Domingo 28 de septiembre. 22:15 horas en Doha, una hora menos en España. Los focos del atletismo mundial se dirigen a la línea de salida de una de las pruebas estrella de cualquier Campeonato del Mundo o Juegos Olímpicos, los 100 metros lisos. Coleman, Gatlin, De Grasse, Blake en los tacos de salida. Tan solo 10.000 personas del estadio Khalifa con una capacidad para 40.000.
[Medallero del Mundial de atletismo]
Apenas un parpadeo de 9,76 para coronar a un Coleman que consiguió la sexta mejor marca de la historia sin el aliento de un público que se estima en un total de 50.000 asistentes para todo el evento, más o menos las mismas que expidió Londres 2017 en un solo día.
Aún así, el desierto estadio Khalifa, que solo el segundo fin de semana aumentó el número de espectadores, fue un oasis de alto nivel para los amantes al atletismo con finales antológicas como el peso masculino o el 1.500 femenino. Por encima de todas,el récord mundial de la estadounidense Dalilah Muhammed en 400 vallas.
La vallista batió el récord del mundo con un registro de 52.16, única plusmarca mundial de la cita catarí junto al logrado en dos ocasiones por el equipo de Estados Unidos en el relevo mixto 4x400, prueba debutante en un Mundial.
Apunten otro nombre y tómense su tiempo, Salwa Eid Naser . La baharaní fue otra de las sensaciones en la pista tras ganar el oro en los 400 metros con la mejor marca de la prueba en 34 años, tercera de la historia con 48.14 mientras la holandesa Sifan Hassan no se quedó atrás.
Tras lograr el doblete en los 10.000m y en los 1.500m -carrera más veloz de la historia-, sus oros no tienen todo el brillo que demostró en la pista al quedar bajo la sombra de la sospechas al ser una de las pupilas del entrenador Alberto Salazar, suspendido cuatro años por dopaje en mitad de la cita mundialista.
El oro del estadounidense Noah Lyles y de la jamaicana Price en los 200m y una larga lista de atletas que revalidaron título - Muktar Edriss en 5.000m, Karsten Warholm en 400 vallas, el catarí Barhsim en altura, Fjadek en peso, Obiri en 5.000, Lasitskene en altura y Rojas en triple- fueron algunos de los héroes del refrigerado estadio Khalifa.
Fuera de él, el 'infierno'. La bahía Corniche de Catar fue el circuito de las pruebas de maratón y marcha atlética que se disputaron con unas condiciones inhumanas de calor y humedad que hicieron mella en los atletas poniendo en riesgo su salud y rebajando las marcas de todos los participantes.
El horno de Doha dejó las buenas actuaciones de Chuso García Bragado y Julia Táckacs, octavos en los 50km, igual posición que María Pérez en los 20 kilómetros y exhibió el dominio asiático en todas las pruebas, mientras el maratón se fue a tierras africanas con el décimo puesto de Dani Mateo y su preselección para Tokio 2020.
Orlando Ortega lidera una delegación que mejora la actuación de Londres
España cerró su actuación en Doha con una medalla -bronce de Orlando Ortega en 110 m vallas-, 8 finalistas, 10 entre los 10 mejores, 15 entre los 16 primeros, 4 más en semifinales, 9 eliminados en primera ronda, una marca personal y una marca de la temporada.
En cuanto a su valoración general, afirmó el presidente de la RFEA, Rául Chapado que "España está progresando. Lo hemos hecho mejor que en Londres y Pekín, pero todavía no estamos donde queremos, que es estar entre los cinco mejores equipos europeos, y aquí no lo estamos ni en puntuación ni en medallero".
La delegación española vuelve de Doha con unas grandes sensaciones donde aparte de la consolidación en la élita de Ortega y Ana Peleteiro, sexta en triple, destacan el sexto puesto de Adrián Ben en 800m, el mejor de un español de siempre, el séptimo de Javier Cienfuegos en el martillo, otro hito histórico, el mismo puesto en salto de longitud de Eusebio Cáceres o el décimo de Fernando Carro en 3.000 obstáculos.
Sin españoles en las dos finales de 1.500 y con la decepción del relevo 4x400 masculino en su intento de clasificarse para Tokio -fueron penúltimos en la semifinal- y el trío de marchadores en los 20 kilómetros marcha, la progresión del atletismo español es innegable a menos de un año para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Tras los diez días de competición, España queda en trigésimo lugar del medallero y en el vigésimo cuarto lugar de la clasificación por puntos. Hace dos años se situó en la vigésimo octava plaza de este último ránking, mismo puesto que en Pekín 2015.