Siete diferencias entre la España del 2010 y la actual
- Un repaso por la sociedad de hace una década y lo que ha cambiado entre medias
- Especial: Cuando fuimos campeones del mundo (10º aniversario)
En 2010, en el palco del Soccer Stadium de Johanesburgo estaban los que entonces eran reina, príncipe y princesa, Sofía, Felipe y Letizia; mientras que el Rey, convaleciente de una operación, debió ver por TV la victoria de España en el Mundial de fútbol. Dos años después, Juan Carlos I volvería al quirófano tras su accidente en Bostuana y otro tanto después abdicaría. El relevo en la jefatura del Estado es el cambio más visible en los diarios oficiales de esta década, pero los cambios sociales han sido numerosos.
En esta pieza repasamos siete campos donde la sociedad española ha sufrido transformaciones reseñables:
1. Igualdad
La Corona no es precisamente un referente en este ámbito. La Constitución española sigue privilegiando al hombre sobre la mujer en la sucesión al trono, pero en el resto de instituciones hay avances. Seguramente si hoy Javier León de la Riva se volviera a referir en tono lascivo a los “morritos” de una ministra no le valdría con unas disculpas para seguir en la alcaldía de Valladolid, como pasó en 2010.
En estos últimos años, las mujeres han salido a las calles a protestar contra el machismo, por ejemplo en reacción a la sentencia inicial por la violación de La Manada, y han empujado a los partidos a promover una nueva ley de libertad sexual. Pero además, España ha sido un referente mundial en las movilizaciones y huelgas del 8M, que han puesto en la agenda pública numerosos debates sobre la discriminación que siguen sufriendo las mujeres.
El deporte no es ajeno a estos debates. La ola de éxitos internacional de las competidoras españolas no se ha visto acompañada aún de un reconocimiento de su profesionalidad: el primer convenio de las futbolistas firmado a comienzos de este año contempla un salario mínimo de 16.000 euros brutos al año para una jornada completa (aunque se admiten jornadas parciales); mientras que para sus colegas de categoría masculina es de 155.000 euros en Primera y de 77.500 euros en Segunda.
Y es que en la empresa o el hogar la igualdad aún está muy lejana. De hecho, las estadísticas oficiales reflejan que apenas ha variado en esta década el tiempo que dedican hombres y mujeres a las tareas domésticas y cuidados: casi cuatro horas al día de trabajo no remunerado ellas y la mitad ellos. Eso sin hablar de la lacra de la violencia de género.
2. Política
La década pasada comenzó con un Congreso en el que el PSOE y el PP sumaban 323 escaños; hoy se quedan en 209. Por el camino han perdido casi 10 millones de votos y numerosas figuras apartadas por su implicación en casos de corrupción. O que sufrieron el desgaste de la gestión de unos años difíciles.
El 15 de mayo de 2011, después de una manifestación en la que, sobre todo jóvenes, clamaron que no eran “mercancía en manos de banqueros y políticos”, comenzó una acampada en la Puerta del Sol que fue replicada en todas las ciudades españolas. El movimiento de los indignados, el 15M, no impulsó un proceso constituyente como pretendía ni logró parar la reforma del artículo 135, pero cambió muchas cosas en la política.
Parte de aquel descontento se canalizó en nuevos partidos y uno de ellos está hoy en el primer Gobierno de coalición en España tras la Transición. Hoy hay más diversidad en el Parlamento que hace diez años y la ultraderecha ha entrado con fuerza. Lo que no cambia es la crispación.
Eso sí, ETA ya no existe.
3. Economía
En la segunda y la tercera semana de mayo del 2010, las conversaciones en los bares parecían reservadas para el fútbol. La Liga, que se disputaban el Barça y el Real Madrid, no iba a decidirse hasta la última jornada. Era la primera temporada en la que coincidían las dos superestrellas de los últimos tiempos, Messi y Cristiano Ronaldo --cuya rivalidad en cierto modo tuvo su prolongación en los tribunales, donde ambos fueron condenados por su multimillonario fraude fiscal--. El campeonato lo ganaron los azulgrana y, nada más acabarlo, Del Bosque debía dar la selección para el Mundial, ocasión que decenas de grandes marcas aprovechaban para incitar al consumo con ofertas de televisiones, viajes y demás.
Sin embargo, la atención la acaparó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con sus anuncios de recortes, empezando por una bajada del sueldo de los funcionarios.
Lo que había comenzado como una crisis del sector financiero en Estados Unidos se convirtió en una crisis de la deuda y estuvo a punto de romper la zona euro.
Al comenzar 2020, la mayoría de las cifras macro se habían recuperado, pero las consecuencias para el conjunto de los trabajadores todavía se notan como consecuencia, entre otros factores, de las reformas laborales o de la llamada economía de plataforma... Y ahora llega un nuevo golpe y una incertidumbre enormes con la pandemia del coronavirus.
4. Turismo
No tiene nada que ver con la situación actual, pero en 2010 los aeropuertos ya vivieron dos momentos críticos con la cancelación de infinidad de vuelos. Primero con la nube de cenizas por la erupción del Eyjafjallajökull en Islandia y luego con la huelga de controladores aéreos españoles en el puente de la Constitución.
Ahora, la crisis sanitaria de la COVID-19 ha paralizado por completo la actividad de este sector clave de la economía nacional y que en esta década también ha generado grandes polémicas. En 2010, Airbnb aún no se había implantado en Europa, pero ya se empezaba a hablar de gentrificación. Hoy los pisos turísticos son más bien un problema en el centro de algunas ciudades y la sociedad sigue debatiendo cómo hacer más sostenible esta actividad.
5. Migraciones
Muchas personas han pasado el reciente confinamiento en sus segundas residencias, normalmente en pueblos. Algunas se plantean convertirlas ahora en primeras residencias, sobre todo si pueden teletrabajar desde allí. Sería una ocasión para revertir un proceso de despoblación que en los últimos años ha provocado la llamada revuelta de la España vaciada.
Abriendo el foco, la gente ha buscado siempre un lugar donde prosperar. España, como el resto de Europa, ha recibido en los últimos años un goteo incesante cuando no una ola de migrantes, muchos de ellos refugiados.
6. Tecnología
A comienzos del siglo XXI se debatía sobre la sociedad de la información. Hoy se habla más de desinformación. Pero dejando el periodismo a un lado, lo que está claro es que la extensión de las telecomunicaciones ha causado grandes y acelerados cambios en esta década. En 2010 pocas personas quedaron por WhatsApp para ver el histórico España-Holanda porque la implantación de esa app era aún muy escasa. La inmensa mayoría la vieron en la TV convencional, ya fuese en casas, bares o pantallas gigantes; y solo algunos en algún iPad (entonces ni siquiera se hablaba de otras tablets). Y aunque el gol de Iniesta fuese trending topic, la conversación en Twitter era muy reducida.
Por su parte, las canciones o las películas se consumían mucho en los ordenadores, a través de descargas (casi siempre piratas) y parecía raro pagar una suscripción para tener acceso a un catálogo musical o de series por streaming. Hoy Netflix o Spotify son gigantes del sector cultural en buena parte del mundo.
Y Google casi un dios en todos los ámbitos de la tecnología, o sea, de la vida moderna, para preocupación de los defensores de la privacidad.
En 2020, además, lo que está de moda son los eSports, la evolución de los videojuegos deportivos en acontecimientos populares a través de las redes sociales.
7. Crisis climática
En marzo de 2010 falleció el escritor Miguel Delibes, uno de los pioneros de la defensa de la naturaleza sobre todo en su tierra, en Castilla. Justo nueve años después, el movimiento ecologista cobró mucha más fuerza con las movilizaciones en España y en muchos otros países del movimiento estudiantil #FridaysForFuture que había promovido meses atrás en Suecia la adolescente Greta Thunberg. La activista lideró a finales del año pasado en Madrid las manifestaciones con motivo de la cumbre contra el cambio climático, una preocupación tan acuciante que ha pasado a llamarse “crisis” o “emergencia” climática.
La semana pasada, la Agencia Española de Meteorología confirmó que cinco de los seis años con temperaturas más altas de la historia se han registrado en la última década y que el primer semestre de 2020 será el primero o segundo más caluroso desde que existen registros.
Las consecuencias: más riesgo de incendios, más desertificación, y más frecuentes e intensas lluvias torrenciales, especialmente en el Mediterráneo.