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Guerra en Ucrania

Polonia y Suecia llaman al boicot y se niegan a jugar contra Rusia la repesca del Mundial

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Polonia rechaza jugar contra Rusia la repesca del Mundial

Las federaciones de fútbol de Polonia y de Suecia han anunciado su rechazo a jugar en las eliminatorias de repesca para el Mundial de Catar 2022 ante Rusia en protesta por la invasión de Ucrania, instando a un boicot deportivo contra Moscú.

En principio, Polonia y Rusia deben jugar el próximo 24 de marzo las semifinales de la repesca para la cita mundialista, y el ganador deberá enfrentarse posteriormente, el 29 de marzo, al vencedor del cruce entre Suecia y República Checa para saber quién estará en Catar 2022.

Todo ello mientras la FIFA no ha tomado hasta ahora ni una sola medida contra Rusia, limitándose el jueves a manifestar su "preocupación" ante la situación "trágica" en Ucrania, según su presidente Gianni Infantino.

La primera federación en optar por el boicot este sábado por la mañana fue la polaca.

"¡No más palabras, es hora de actuar! Debido a la escalada de agresión rusa hacia Ucrania, la selección polaca no tiene intención de jugar el partido de repesca contra Rusia. Esta es la única decisión correcta. Estamos en conversaciones con las federaciones Suecia y República Checa para presentar una posición común a la FIFA", ha dicho el presidente de la federación polaca (PZPN), Cezary Kulesza, en un mensaje difundido este sábado en Twitter, traducido por Europa Press.

Los jugadores polacos apoyaron su decisión.

"¡Es la decisión correcta! No me puedo imaginar jugar un partido con la selección rusa en una situación en la que continúa la agresión armada en Ucrania. Los futbolistas y aficionados rusos no son responsables de esto, pero no podemos hacer como que no pasa nada", explicó también en Twitter la gran estrella polaca Robert Lewandowski, del Bayern de Múnich.

El centrocampista Mateusz Klich explicó que los internacionales junto a la federación se habían puesto de acuerdo para expresar que no tenían "intención" de enfrentarse a Rusia. "No es una decisión fácil, pero hay cosas más importantes en la vida que el fútbol. Nuestros pensamientos están con la nación ucraniana y con nuestro amigo de la selección nacional Tomasz Kedziora, que todavía está en Kiev con su familia", explicó en un tuit, siempre según la traducción de Europa Press.

Después Suecia --otro vecino regional de Rusia-- ha sido aún más contundente. "La invasión ilegal y profundamente injusta de Ucrania imposibilita actualmente todas las relaciones futbolísticas con Rusia. Por lo tanto, instamos a la FIFA a que decida que los partidos de playoffs en marzo en los que participa Rusia sean cancelados. Pero independientemente de lo que decida hacer la FIFA, no jugaremos contra Rusia en marzo", ha dicho el presidente de la Federación Sueca de Fútbol, ​​Karl-Erik Nilsson, en un comunicado, según la traducción de Google.

El ministro sueco de Deportes, Anders Ygeman, en fin, ha sido más claro y ha instado a la UE a que tome la decisión de excluir a Rusia y sus deportistas de todas las competiciones en estas circunstancias. "Lo más importante es que la agresión de Rusia termine. Si la UE adoptara un boicot deportivo, contribuiría a conseguir ese objetivo", ha dicho Ygeman en un comunicado citado por AFP.

La guerra entre Rusia y Ucrania altera el status quo del deporte mundial -- Ver ahora

Numerosos deportes ya han cancelado o reubicado competiciones fuera de Rusia, como la Fórmula 1 o la final de la Champions de fútbol, después de que comenzase la ofensiva rusa en Ucrania este jueves. El Comité Olímpico Internacional instó precisamente este viernes a las federaciones internacionales "a trasladar o cancelar" las competiciones previstas en Rusia y en Bielorrusia por este motivo y solicitó que no se exhiba ninguna bandera nacional rusa o bielorrusa de esos países en los partidos o torneos en los que participen sus deportistas, aunque sin instar a un boicot total como el que ahora plantean Polonia o Suecia, con pocos precedentes en la historia.

Abramovich cede el control del Chelsea

El magnate ruso Roman Abramovich, propietario del Chelsea de la liga inglesa, ha cedido el control del mismo a los administradores de su Fundación, anuncia en un comunicado aduciendo la situación de conflicto de su país con Ucrania.

El magnate ruso compró el Chelsea en 2003. "Durante cerca de mis 20 años como dueño del Chelsea, siempre he custodiado al equipo para ser lo exitoso que es hoy, para construir el futuro, con un rol positivo además para nuestra comunidad", dice Abramovich (Europa Press).

"Siempre he tomado las decisiones por el mejor interés para el club. Sigo comprometido con esos valores. Por eso hoy estoy entregando en fideicomiso a la Fundación benéfica del Chelsea la administración y el cuidado del Chelsea FC", añade.

Abramovich estaba señalado incluso por el gobierno británico como uno de los posibles castigados con las sanciones previstas para Rusia. De momento, el conocido magnate ruso se separa del club, sin dar más datos que esta breve nota en la web del equipo.

Dudas sobre Shengelia

Según el medio georgiano Commersant.ge, el baloncestista de ese país Tornike Toko Shengelia ha anunciado su ruptura con el CSKA, club de baloncesto ligado en sus orígenes al Ejército ruso. Sin embargo, su agente Nikos Varlas ha negado en Twitter que Shengelia haya tomado esa decisión.

Efe recogió una declaración del jugador en ese sentido a Commersant, y RTVE.es la reprodujo en un primer momento, pero su representante ha negado que se haya manifestado públicamente sobre este asunto y la web del diario solo cita fuentes "de confianza".

El también capitán de la selección georgiana de baloncesto fichó en 2020 con el CSKA por tres años, después de jugar durante seis temporadas con el Baskonia. En la información de este sábado se añade que ahora Shengelia va a volver a España junto a su familia.

En su día, el fichaje del jugador fue criticado por la presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, que lo calificó como "inadmisible", según Efe. Georgia también se enfrentó en una guerra desigual a Rusia en 2008.