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Las claves del Arsenal - Barcelona

Por Felipe Fernández
La primera parte que jugó el Barça en el Emirates fueron 45 minutos dignos de grabar para reproducir en las escuelas de fútbol. Lo reconoció Guardiola al término del partido: 'La mejor primera parte desde que yo entreno'. El Barcelona desplegó un juego de ataque en el que siempre había por lo menos siete u ocho jugadores jugando la pelota en el campo del Arsenal, desplegando un desgaste físico sorprendente a estas alturas de campeonato. El equipo londinense estaba desbordado. Parecía que el partido se estaba jugando en el Miniestadi y era uno de los entrenamientos de los culés. Wenger, acostumbrado a que su equipo sea el dominador del balón y más en su casa, veía impotente como Almunia era el único sustento que mantenía en pie la eliminatoria. Se vio obligado a quitar del campo a uno de sus crcks, Arshavin, para introducir un jugador como Eboue que ayudara en defensa. Fue un milagro que el Barça no metiera 4 o 5 goles antes de irse al descanso.




El técnico francés no habría visto, en sus 14 años como entrenador del Arsenal, a un equipo que en su propia casa no le dejara ni oler un balón. Wenger rectificó su esquema mediada la primara parte para tratar de poder tener la pelota y metió en el campo a Eboué. 
El ruso Arshavin, que en una acción absurda vio tarjeta amarilla, fue el sacrificado para abandonar el partido. 




Y por fin apareció el delantero sueco cuando más se le necesitaba 'Ibra' estuvo demasiado fallón en la primera parte y cayó muchas veces en fuera de juego. Sin embargo, y siguiendo la racha de los últimos partidos, en la segunda parte transformó en gol las dos primeras oportunidades que tuvo.
Cada vez se está echando menos en falta los goles de Eto'o en Can Barça.



El portero español fue la pesadilla de los culés durante toda la primera parte. Fue, sin duda, el jugador 'Gunner' más aplaudido en el Emirates. 
El maestro de Tarrasa no se amedentró ante el aspirante a su trono, Cesc Fàbregas. Dirigió al equipo blaugrana a su antojo y trabajó como el que más en defensa. [Sus declaraciones]



Como por norma, volvió a resolver de manera brillante las pocas ocasiones que tuvo el Arsenal salvo el mano a mano de Walcott y el penalti.



Uno de los protagonistas indiscutibles del choque. Su entrada marcó un antes y un después en su equipo y en el partido. El inglés contagió a su equipo con su velocidad y tardó tres minutos en acortar distancias en el marcador. Desde su entrada hizo estragos en la banda de Maxwell, al que le ganó la espalda con facilidad para recibir un pase de Bendtner y batir a Víctor Valdés. El Emirates se vino arriba y el Arsenal arrinconó al Barcelona. Su entrada dio al Arsenal el aire que necesitaba en ataque y partir de ahí llegó el empate que deja la eliminatoria abierta para la vuelta.
Si el Arsenal en estos momentos aún confía en poder llegar a las semifinales es gracias a las paradas de Almunia y a el aire que Walcott le imprimió a su equipo. La baja de Cesc para el partido de vuelta y la buena actuación del jugador inglés hace creer que su velocidad en el contraataque será la mejor arma 'Gunner' para derrotar a los de Guardiola en el Nou Camp.
Uno de los espectadores que acudió al estadio fue Fabio Capello. El seleccionador inglés sólo tenía un jugador seleccionable al que ver entre los 22 que estaban jugando y ése era Walcott.
El español fue el total protagonista. El capitán, del que tanto se había hablado, jugó como titular a pesar de la lesión que arrastraba desde el pasado fin de semana. En la primera parte, tuvo un papel gris, sin apenas tocar balón. Al borde del descanso, vio una tarjeta amarilla por una dura entrada a Sergio Busquets. El '4' del Arsenal se lamentó por lo que suponía esa tarjeta: no poder jugar ante su ex equipo en el Camp Nou, el estadio y la ciudad que dejó a los 16 años. Pero en la segunda mitad, cambió la historia. El centrocampista cobró protagonismo y empezó a dirigir. En el minuto 83, Cesc recibió un pase de cabeza de Bendtner en el área pequeña y, cuando iba a armar, apareció Puyol por detrás y enganchó con sus piernas a Cesc. El árbitro señaló penalti y mandó a Puyol a la ducha con una roja directa. Cesc, lanzador habitual de las penas máximas, no dudó y marcó con un derechazo inapelable, 2-2 en el marcador. Tras esa jugada, se llevó la mano a la tibia, posiblemente por un tirón muscular. No pudo continuar y tuvo que salir lesionado.
'Tití' Henry fue ovacionado por el que fue su público durante 7 años. Pep tuvo un bonito detalle al dejarle saltar al césped.
No sólo Cesc Fàbregas se perderá el choque de vuelta por la amarilla, aunque parece que la lesión que sufrió posteriormente podría ser más grave de lo esperado y también le impediría jugar en la Ciudad Condal. Puyol, por la tarjeta roja vista tras el penalti a Cesc, y Pique, al recibir una amarilla que le acarrea suspensión, se perderán el choque del Camp Nou.
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