­ ­ ­ ­

Las claves del Barcelona - Arsenal

Por David Ramos
­ ­ ­ ­
Dios volvió a vertirse de corto. Estratosférico, celestial, único... No lo llamen fútbol; llámenlo Messi. Nos tiene acostumbrados a todo, pero lo de ayer fue especial. Le faltó decir 'dejadme solo'. Y no es que le entrara todo, es que es un ciclón. Ya avisó dos veces antes de imitar al Chikilicuatre, al que le cambió el estribillo: Uno, el cañonazo; dos, el Juan Palomo (él empieza la jugada y él la acaba); tres, el contragolpe (velocidad y definición); cuatro, el 'soy muy bueno' (Almunia le sacó la primera, pero golpeó el rechace con la fe del que sabe que va a marcar). No hay palabras para describir la actuación del mejor jugador del mundo con diferencia. Mucho se tiene que torcer para no ser el mejor de la historia. 4-1 al Arsenal, 'Messicracia' y a semifinales.
Messi estaba "muy alegre" al final del partido, aunque ve "muy difícil" poder repetir tal proeza en el clásico ante el Real Madrid del próximo sábado.
El entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, aseguró que Leo Messi es 'de PlayStation (...), si no le pasa nada, puede hacer algo increíble'. Por su parte, el presidente azulgrana, Joan Laporta, le calificó como un 'genio estelar'. Hoy, la prensa mundial se rinde ante su gran hazaña.
Guardiola destacó el mérito de llegar a semifinales 4 veces en 5 años. Sobre Messi: "No hay palabras para describirle, hay que verlo, sólo eso"
­ ­ ­ ­
El partido arrancó intenso y disputado. Cada balón se luchaba como si fuese el último y el Arsenal tenía muy claras las ideas. Renunciaba, en parte, a llevar la iniciativa y 'mordía' para robar y poder explotar la velocidad de Walcott al contragolpe. Y la jugada llegó. El árbitro no pita una falta de Diaby (aunque toca balón, se lleva por delante a Milito), que cede al extremo inglés en profundidad. Éste entra solo y cede al danés Bendtner, que no llega a rematar pero se aprovecha del rechace de Valdés en segunda instancia.

El Camp Nou enmudeció por unos instantes. Los que tardó el Barcelona en demostrar su grandeza. Demostró que está en dinámica ganadora, que se ha acostumbrado a este tipo de partidos, y siguió a lo suyo. Sacó a relucir su tremenda capacidad de reacción, igual que hiciese el año pasado en el Bernabéu o hace poco contra el Málaga, e igualó en dos minutos. Al Arsenal no le dio tiempo ni a darse cuenta de que iban ganando. Bajó del cielo a los de Wenger con la autoridad de los campeones. El Barça juega teledirigido y tiene recursos para sobreponerse a cualquier adversidad. El empate casi era lo de menos. Lo importante era el mensaje: aunque ofrezcas tu mejor versión, aunque trabajes al 200%, necesitas mucha, mucha suerte para ganarme.
­ ­
Fue el jugador más determinante del Arsenal para bien y para mal. Hizo muy bien la presión, aunque debió ver tarjeta, y fue el artífice del gol del Arsenal. Presiona y derriba a Milito, recupera la pelota y deja solo a Walcott ante Víctor Valdés. Hasta ahí, bien. Pero hubo una jugada que pasó inadvertida y que podría haber sido clave en el partido y en la eliminatoria. Durante ese escaso periodo de tiempo que va entre el gol de Bendtner y el empate de Messi, hay un contragolpe que pudo poner el 0-2 si Diaby hubiese tenido las ideas claras. Como en el primer tanto, recupera y sale como una flecha, pero esta vez elige mal. Tenía el pase fácil para plantar al explosivo Walcott otra vez ante Valdés y se la dio al más lento, el danés, que además estaba marcado.
­ ­
­ ­ ­ ­
Xavi marcó una vez más la velocidad de la pieza musical interpretada ayer por el Barcelona. Fue, como siempre, el director de orquesta. Vertical en el primer tiempo cuando el equipo necesitó atacar y contemporizador en el segundo, cuando lo que hacía falta era dormir el partido.

Dio una lección al primer toque, con descargas constantes hacia atrás, hacia delante y a las bandas, y volvió a enseñar el manual de instruciones en el arte de cómo proteger el balón y aguantar para dar tiempo a sus compañeros para incorporarse a posiciones ofensivas.
Si hay una clave colectiva en esta máquina perfecta que es el Barcelona es la solidaridad tanto en ataque como en defensa. Sin el balón, achican espacios con dos y hasta tres contra uno constantes (porque este equipo presiona y mucho), y con él directamente se multiplican.

Uno, dos y hasta tres jugadores se ofrecen siempre al que lleva la pelota, tocan y se van, abren espacios... Parece un partido de fútbol sala en el que todos rotan la posición, como una noria horizontal en la que todos dan vueltas. La movilidad dificulta la marca, cansa y convierte al rival en espectador.
­ ­ ­ ­
El colegiado fue demasiado permisivo con la dureza del Arsenal y le dejó hacer su partido con comodidad y al borde de la ilegalidad durante la primera media hora del partido. Si no eran capaces de robar, falta. Y no un agarrón, patadas en el centro del campo o lo que surgiese. Las infracciones eran reiteradas y el señor WolfgangStark lo permitía una y otra vez. Hasta el minuto 30 no llegó el 'milagro' en forma de tarjeta amarilla a Denilson, pero más por aclamación popular que por convicción personal. Se le fue de las manos. Además, se tragó una falta bastante clara de Diaby a Milito en el gol del Arsenal.
­ ­ ­ ­
Representadas ambas en la figura de Abidal. La cara para el francés fue contener con nota a Walcott durante todo el encuentro. Sólo se le escapó una vez, en el gol, y fue en profundidad, donde al inglés no hay quien le siga. Pero en el uno contra uno, encarando, no logró marcharse ni una sola vez. El lateral no acusó la falta de ritmo tras su lesión en ningún momento y completó uno de sus mejores encuentros como azulgrana.

La cruz para él es que volvió a lesionarse. Tuvo que retirarse del terreno de juego poruna rotura en las adherencias de la cicatriz del aductor del mismo muslo izquierdo que le ha apartado los dos últimos meses de los terrenos de juego. Recaída, diez días de baja y adiós al clásico.