Por Felipe Fernández.
El entrenador del Barça acertó de pleno simplemente por mantenerse fiel a su estilo. Se especuló con una posible suplencia de Pedro pero Guardiola conoce mejor que nadie a su equipo y los resultados le avalan. Tuvo un pequeño roce con CR7 al que no quiso darle importancia en rueda de prensa.
La 'manita' que le ha metido el Barça es la derrota más abultada que ha sufrido Jose Mourinho en su carrera como entrenador. El portugués no supo contener la presión del equipo de Guardiola y el cambio de Özil por Lass en el descanso vino a demostrar que el luso se equivocó en el planteamiento de inicio.
El portero culé no tuvo excesivo trabajo pero salvó la papeleta cuando hizo falta. Un disparo de Di María que Valdés envió a córner pudo haber cambiado el partido antes del final de la primera parte. La única pega que hay que ponerle al cancerbero es que no se perdió ni una de las tanganas del partido.
No se ha visto al Iker que todos conocemos. Tal vez Casillas pudo haber hecho algo más en los dos primeros goles culés pero en los tres siguientes estaba completamente vendido. Es de agradecer que el capitán blanco intentó poner paz en cada uno de los rifi-rafes en los que se enfrascaron sus compañeros.
El lateral brasileño del FC Barcelona no fue esta vez el puñal que acostumbra a ser por la banda derecha. No se vieron sus internadas cogiendo por sorpresa la espalda de los defensas. Sin embargo su papel en defensa fue perfecto. Participó además en los rondos del centro del campo como uno más.
Dejando la actuación futbolística a un lado, la imagen que dado el internacional español ha sido indigna de un campeón del mundo. Es obvio que la tarjeta roja que vio en el descuento se debió a la frustación pero no tiene justificación alguna el actuar así en el minuto 92 de partido.
Sin el trabajo esperado en defensa, el central blaugrana se defendió bien en la contención de los ataques de Cristiano Ronaldo y Benzema. Casi todas las jugadas del FC Barcelona comenzaban en sus pies y entre Puyol y él volvieron a ser la pareja perfecta que acostumbran a ser.
El central portugués estuvo demasiado nervioso durante todo el partido. Con frecuencia perdió su sitio como en el primer gol de Xavi y, por impotencia, estuvo demasiado agresivo en alguna acción. Era el primero de los blancos en llegar a las tanganas y no se cortó a la hora de intimidar.
El capitán del FC Barcelona reflejó con su espíritu de lucha la imagen de su equipo. Fue el jugador que tiró del carro desde la defensa y era el primero en defender a sus compañeros y entrenador en cada refriega que hubo en el césped. Su actuación rozó la perfección para lo poco que tuvo que intervenir.
El defensa portugués estuvo en la línea de sus compañeros en el Nou Camp. El papel de mariscal que venía desempeñando desde que llegó del Chelsea no fue ni de lejos el que se esperaba en un partido de la talla del clásico. El público pidió su expulsión pero se amntuvo en el campo de forma justa.
Como suele ser de costumbre, la actuación de Eric Abidal es difícil que se recuerde dentro de unos años. Sin embargo el lateral francés cumplió con creces con su cometido en defensa y subió al ataque cuando fue preciso. El poco peligro que originó el Madrid no llegó nunca por su banda, algo que habla por sí sólo.
Sin duda alguna fue la mayor decepción del equipo blanco. El gran Marcelo que Mourinho había conseguido hacer jugar en esta temporada no debió de coger el puente aéreo este lunes. El Barça le volvió loco en la primera parte obligandole a jugar casi más como central que como lateral izquierdo.
Una actuación muy parecida a la de sus compañeros de la retaguardia. Sin ser uno de los destacados pero sin cometer ningún error. No perdió nunca su sitio, colaboró como uno más en los rondos que iniciaban Xavi, Messi e Iniesta en el medio del campo y no se vio envuelto en ningún 'fregao'.
El 'gigantón' alemán fue una sombra en el medio del campo del Camp Nou. Corrió de un lado para otro sin eficacia en el robo de balón y sin participación en la creación. Tanto el como Xabi se vieron desbordados desde el minuto uno de partido. Además se mostró demasiado duro en los minutos finales.
El héroe de Johannesburgo fue el que acostumbra a ser. Por sus pies pasaban casi todos los ataques blaugranas y de sus botas nació el pase que acabó en el primer gol que abrió la goleada histórica. Iniesta fue además el primero en recriminar a Cristiano Ronaldo el empujón que el portugués le dio a Guardiola.
El Real Madrid echó demasiado en falta una mayor participación de su jugador más creativo. El tolosarra se vio perdido en el medio del campo desde el minuto uno, más preocupado por defender que por comenzar la creación. Ha sido sin duda el partido más flojo de Xabi Alonso en lo que va de temporada.
El cerebro blaugrana ha demostrado en este encuentro que es el máximo merecedor a ganar el próximo Balón de Oro. El de Terrasa allanó el camino de su equipo con un gol de calidad suprema en el minuto diez. Llegando desde la segunda línea y batiendo a Casillas en décimas de segundo.
Al igual que su compatriota, el centrocampista teutón estuvo desaparecido en la Ciudad Condal. Su equipo necesita mucho más de él para poder crear peligro en ataque. La mala actuación del alemán fue castigada por su entrenador con la sustitución en el descanso.
Pedro demostró que Guardiola no se había equivocado al confiar en él. El jugador canario fue un peligro por la derecha que hizo que Marcelo y Di María tuvieran que juntarse para pararle. Además Pedro consiguió el premio merecido del gol al aprovechar un gran pase de la muerte de Villa en el 2º gol culé.
Otro de los que no se debieron de enterar que el partido contra el Barça era este lunes. El argentino estuvo muy poco participativo y además se mostró desconcentrado a la hora de controlar balones, dar pases o defender. La posición a la que le obligó a jugar el empuje del Barça, de lateral izquierdo, tampoco ayudó.
El actualmente considerado el mejor jugador del mundo dejó claro porqué lo es. A pesar de no poder marcar, el argentino dio un recital de como volver completamente loco a todo un Real Madrid a base de regates, presión y asistencias. Los dos goles de Villa llegaron gracias a dos pases magistrales de 'la pulga'.
CR7 fue el único que pudo aprobar en el equipo blanco gracias a las ganas que demostró durante la primera parte. En su defecto se recoradarán las multiples enganchadas en las que se vio inmerso a lo largo del partido. Sin duda fue el blanco (junto a 'Mou') de las iras de la parroquia culé.
El delantero asturiano ha callado más de una boca de la manera que mejor sabe: sobre el césped y metiendo goles. Villa se ganó la ovación del respetable gracias a su participación en el segundo gol de Pedro y a la consecución del tercero y el cuarto, ambos a pase de Messi.
Otra oportunidad que el delantero francés deja pasar por delante de sus narices. A pesar de haberse visto obligado a ser un náufrago en el ataque blanco, Benzema estuvo muy poco acertado en las pocas veces que tuvo que intervenir. La sombra de Gonzalo Higuaín pesa mucho en el jugador 'bleu'.
El delantero canterano entró en el último cuarto de hora en detrimento de Xavi y se mostró muy activo. En pleno festival azulgrana tuvo tiempo de poner en peligro a la defensa merengue y fue el autor del pase a Jeffren que significó el quinto gol para delirio de todo el estadio.
El centrocampista francés fue llamado a ser el apagafuegos de Mourinho en el descanso. Sin embargo, su participación en el centro del campo, en ayuda de Xabi Alonso y de Khedira, no llegó a ejecutarse en toda la segunda parte.
El que sonaba como posible sorpresa en el once titular blaugrana saltó al campo en los minutos finales y no tuvo tiempo de mostrarse participativo.
El defensa internacional español estuvo desconectado y lejos de su nivel desde que saltó al campo. Su banda siguió siendo con él la autopista que había creado Marcelo en favor del Barça.
Fue la guinda del pastel. El canterano recibió el premio de Guardiola de participar en la fiesta y él la supo aprovechar de la mejor manera posible, marcando el quinto gol que redondeaba la 'manita' culé.