'Arrugas' y 'Chico y Rita' aspiran a ser nominadas al Oscar a Mejor película de animación
“Una de las películas españolas más logradas de los últimos años en cualquier género”. Palabras del Hollywood Reporter que no se refieren a la última de Almodóvar o Amenábar, sino a Arrugas, un retrato de la vejez y el Alzheimer dirigido (y dibujado) por Ignacio Ferreras.
Arrugas y Chico y Rita, de Fernando Trueba y Javier Mariscal, aspiran a ser nominadas al Oscar a Mejor película de animación. De momento han cruzado la primera criba y forman parte de la heterogénea lista de 18 filmes en la que se encuentran algunas de las cintas más taquilleras del año en todo el mundo como Tintín (Steven Spielberg), Cars 2 (John Lasseter) o Los Pitufos.
El recorrido que espera a Arrugas y Chico y Rita no es la tradicional sucesión de fiestas y presentaciones en Los Ángeles. Un comité secreto es el encargado de seleccionar las cinco películas que competirán por la estatuilla. Eso ocurrirá el 24 de enero. Entonces sí, tocaría promocionarse de cara a la votación final y la gala del 26 de febrero.
¿Coincidencia o tendencia? El panorama de la animación cinematográfica puede dividirse en dos corrientes. Por un lado, un cine de corte infantil, con grandes perspectivas comerciales, al que pertenecen la gran mayoría de cintas. Por otro, un cine adulto, minoritario y de prestigio.
Un cine exportable
Arrugas es ya un clásico antes de su estreno, tanto por su acogida en el último Festival de San Sebastián como por el material de culto del que parte: la novela gráfica de Paco Roca que obtuvo el Premio nacional de cómic en 2008. A Manuel Cristóbal, productor de Perro Verde films, se le encendió la bombilla con el cómic sobre el Alzheimer, pensó que tenía entre manos el Persépolis español y confió el proyecto al director Ignacio Ferreras.
"Hay una tendencia en la animación mundial, cada vez más establecida, de películas tipo Persépolis (Premio del jurado en el Festival de Cannes 2007) o Waltz with Bashir (Globo de oro a la mejor película en lengua no inglesa en 2009). Las fronteras de la animación se han desmoronado", explica Cristóbal.
Presentada en la sección Zabaltegui-Nuevos directores, Arrugas es la única de las 18 películas que ha pasado por un festival de categoría A. "Cuando vimos por primera vez la película acabada, nos asustamos un poco de lo que habíamos hecho", confiesa Cristóbal. "Partíamos de buen material pero el trabajo de Ignacio es espectacular. Como dice Juncal, es el buen toro el que descubre al mal torero. Aquí hay buen toro y buen torero".
Chico y Rita, estrenada el pasado febrero, obtuvo el Goya a mejor película de animación de 2011. Para Fernando Trueba, la animación adulta es “un género nuevo casi nuevo, muy experimental. Es como una novela gráfica, que si vende 10.000 ejemplares es un gran éxito".
La posibilidad de doblar la película, algo que no sucede con el cine tradicional en la mayoría de los mercados, juega a favor de las ventas internacionales. En contra, el largo, y casi siempre costoso, proceso de producción.
"Una película de animación se dobla y ya es nacional. Lo que mejor viaja es la animación. Planet 51 se estreno con 3.500 copias. Fue un hito del cine español en general y de la animación en particular", explica Cristóbal.
La narración animada
"Lo más importante en un proyecto es encontrar el modo de narrar”, sostiene Trueba. "Hay historias que se cuentan mejor en animación que en ningún otro lenguaje". El director de Chico y Rita, que ha firmado a lo largo de su carrera comedias, dramas, documentales y musicales, admite aburrirse con el cine de ficción que imita al documental, tendencia que identifica como mayoritaria en la actualidad: "Ahora mismo, hasta el cine más vanguardista es costumbrista".
En la animación, el control total sobre cada fotograma obliga al director a un trabajo reflexivo. "Te fuerza a estilizar, sintetizar e ir al corazón de las cosas. Con Chico y Rita he hecho un ejercicio de cine clásico que seguramente no podría hacer en el cine convencional".
La elección de la opción técnica es la primera y más importante decisión. "Desde la animación tradicional hasta las películas de capturas en movimiento como Tintín, las posibilidades de la animación se han multiplicado de manera exponencial”, opina Cristóbal.
Trueba reconoce estar interesado por las posibilidades del medio. Uno de lo próximos proyectos en el que trabaja es otra cinta de animación. "Hay cosas que no me las creo en un actor y sí en animación", expone como ejemplo. "Encuentras un modo de narrar en el que la música y el color llevan la historia".
Tradicionalmente, cuando hay cinco nominaciones en la categoría, una de ellas cae en una película europea, en 2 D y adulta. En 2011 fue El ilusionista; en 2010, El secreto del libro de Kells; y en 2012...